Los 10 peores desastres climáticos del año: Impacto económico y humano
Los desastres climáticos de 2024 dejaron $229 mil millones en daños y 2,000 muertos, evidenciando el impacto del cambio climático global.
El 2024 fue un año marcado por el devastador costo humano y económico de los desastres climáticos, con $229 mil millones en daños y 2,000 vidas perdidas. El 75 % del impacto financiero ocurrió en EE. UU., liderado por los huracanes Helene y Milton, que dejaron pérdidas récord de más de $50 mil millones cada uno. Mientras tanto, otros eventos como tifones y inundaciones en Asia, Europa y América Latina destacaron el alcance global de esta crisis impulsada por el cambio climático.
Un costo financiero sin precedentes
Por primera vez desde que se comenzó a medir en 2018, dos huracanes en un solo año generaron pérdidas superiores a $50 mil millones cada uno. Helene y Milton, que azotaron EE. UU. en septiembre y octubre, encabezaron el ranking de desastres más costosos de 2024. Estos eventos evidencian cómo el cambio climático está amplificando la intensidad de fenómenos meteorológicos extremos.
En total, los 10 principales desastres superaron los $4 mil millones cada uno en daños económicos. Desde inundaciones en China y Brasil hasta el tifón Yagi en el sudeste asiático, estos desastres resaltan el impacto creciente del clima extremo en las economías globales.
El impacto humano detrás de las cifras
Además de las pérdidas económicas, los desastres climáticos de 2024 dejaron una estela de sufrimiento humano. El tifón Yagi fue el evento más mortal, cobrando al menos 829 vidas en el sudeste asiático. En Europa, la tormenta Boris causó 26 muertes y dejó $5 mil millones en daños, mientras que las inundaciones en Brasil y Valencia sumaron más víctimas y destrucción.
Eventos menos destacados en el ranking, como sequías en África y olas de calor en Bangladesh, también causaron daños incalculables. Estos desastres afectan la estabilidad alimentaria, aumentan los riesgos para la salud y erosionan la seguridad de comunidades vulnerables.
La huella del cambio climático
Los científicos atribuyen estos eventos extremos al impacto humano en el clima. “La mayoría de estos desastres llevan la huella clara del cambio climático,” señaló la Dra. Mariam Zachariah, de Imperial College London. La quema de combustibles fósiles está intensificando fenómenos como tormentas, sequías y olas de calor, que ahora son más frecuentes y devastadores.
Christian Aid, el grupo detrás del análisis, advierte que los costos reales son aún mayores. Muchas personas en países pobres no tienen seguro, lo que significa que las cifras de pérdidas económicas subestiman el verdadero impacto de estos eventos en las comunidades.
El llamado a la acción global
Patrick Watt, CEO de Christian Aid, urgió a los líderes mundiales a actuar con urgencia. “El sufrimiento humano causado por el cambio climático refleja decisiones políticas,” afirmó. La falta de compromiso para reducir emisiones y compensar a los países más vulnerables está agravando el problema.
El fracaso en cumplir las promesas financieras también pone en riesgo a millones. Países en desarrollo enfrentan los peores efectos del cambio climático, a pesar de ser los que menos contribuyen a las emisiones globales. Watt subrayó la necesidad de cumplir con los fondos prometidos para la adaptación y la mitigación.
Lecciones de un año devastador
El 2024 destaca la necesidad de redoblar los esfuerzos contra el cambio climático. Eventos como los huracanes Helene y Milton muestran cómo las naciones ricas también son vulnerables. Sin embargo, los países más pobres continúan enfrentando las peores consecuencias, con un acceso limitado a recursos para recuperarse.
La frecuencia y la intensidad de estos desastres seguirán aumentando sin acción climática urgente. Desde reducir la dependencia de los combustibles fósiles hasta fortalecer la infraestructura resiliente, las soluciones están al alcance, pero requieren voluntad política y colaboración global.
Un llamado a la resiliencia global
El informe de 2024 es un recordatorio de los costos humanos y económicos del cambio climático. Cada desastre es una prueba de cómo las decisiones actuales moldean nuestro futuro. Si bien el daño es evidente, también lo es la oportunidad de actuar antes de que los impactos sean irreversibles.
Invertir en resiliencia climática y reducir emisiones no solo mitiga riesgos, sino que también protege vidas y economías. En un año que mostró lo peor del cambio climático, 2025 debe marcar el comienzo de un compromiso renovado con la acción climática global.
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