120 países prometen triplicar las energías renovables para 2030: ¿Utopía o realidad?

En noviembre de 2023, durante el Cop28 en Dubái, casi 120 países se comprometieron a triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética para 2030. Según el IEA, estas metas son clave para reducir las emisiones globales y limitar el calentamiento. Sin embargo, los progresos actuales indican que muchos países están lejos de alcanzar estos ambiciosos objetivos, según reportes de Ember e Irena. Mientras tanto, el sector privado y las tecnologías como la solar muestran un crecimiento que podría salvar la brecha.

Metas ambiciosas, avances insuficientes

La comunidad internacional acordó en el Cop28 metas energéticas que requerían un salto sin precedentes: pasar de 3,4 teravatios (TW) de capacidad renovable en 2022 a más de 11TW en 2030. Según el think tank Ember, estas cifras son «alcanzables», pero los objetivos nacionales no están alineados. Hasta octubre de 2024, solo ocho de los más de 130 países firmantes habían actualizado sus metas de renovables, acumulando apenas un modesto aumento de capacidad.

Francesco La Camera, director de Irena, destacó la «alarmante brecha» entre los compromisos del Cop28 y los avances reales. Aunque el mundo podría llegar a 7,2TW para 2030, esto aún deja un déficit de 3,7TW. Sin acciones contundentes, este rezago pone en riesgo no solo la meta de renovables, sino también la reducción global de emisiones.

La fuerza del sector privado

El sector privado parece ser el motor que podría cambiar las tornas. La Agencia Internacional de Energía (IEA) señala que, pese a las bajas expectativas gubernamentales, la industria renovable podría crecer a un ritmo que supere los planes oficiales. La energía solar, con costos en descenso y apoyo robusto de países como China, lidera esta expansión, representando hasta el 80% de la capacidad renovable añadida entre 2023 y 2030.

Por su parte, la energía eólica muestra un prometedor doble incremento en su tasa de crecimiento para 2030 respecto a la década anterior. Aun así, persisten desafíos críticos: la falta de infraestructura, como redes eléctricas que conecten 1,6TW de capacidad en espera, pone en riesgo el máximo aprovechamiento de las renovables.

El gran pendiente: eficiencia energética

Mientras que las renovables avanzan a paso lento pero constante, la eficiencia energética está en problemas. Para cumplir la meta de duplicar la eficiencia, la intensidad energética global debería mejorar un 4% anual. No obstante, el progreso en 2024 fue de apenas un 1%, una tasa que se mantiene desde 2023 y que representa la mitad del promedio de la década anterior.

Fatih Birol, director de la IEA, enfatizó que la eficiencia es un «pilar clave» en la transición energética, capaz de reducir un 70% de la demanda de petróleo y un 50% de la de gas para 2030. Pese a esto, los avances son desiguales: mientras que la UE refuerza regulaciones para edificios de cero emisiones y China implementa estándares más estrictos para electrodomésticos, muchas economías no han tomado medidas similares.

¿Qué más hace falta?

La IEA asegura que las tecnologías y políticas necesarias ya existen, pero deben aplicarse más rápido. Birol subrayó la urgencia de respuestas globales más contundentes, citando como ejemplo los nuevos estándares de eficiencia en vehículos de EE. UU. y las reformas en China. Sin embargo, a este ritmo, duplicar la eficiencia parece una meta lejana, con consecuencias directas para la sostenibilidad de los sistemas energéticos mundiales.

Además de políticas más estrictas, es fundamental incrementar la inversión en investigación, desarrollo e implementación de tecnologías limpias. Según la IEA, cerrar la brecha para cumplir las metas del Cop28 requeriría triplicar la inversión global en renovables, pasando de los actuales $1.7 billones anuales a más de $5 billones para 2030. A nivel internacional, la colaboración debe intensificarse, especialmente para facilitar la transferencia de tecnología y financiamiento a países en desarrollo, donde el potencial renovable es alto pero los recursos son limitados.

Hacia un futuro energéticamente sostenible

El futuro de las metas del Cop28 depende de una combinación de voluntad política, innovación tecnológica y colaboración internacional. Aunque la industria renovable muestra un dinamismo esperanzador, la inercia gubernamental amenaza con frenar el progreso. Para que el mundo alcance los objetivos, será imprescindible invertir en redes eléctricas modernas y adoptar políticas más estrictas que aceleren la transición.

El desafío también está en la narrativa: convertir metas ambiciosas en planes tangibles y ejecutables. Esto requiere un liderazgo comprometido que priorice la acción climática sobre los intereses a corto plazo. En última instancia, el éxito del Cop28 no solo medirá avances en teravatios o porcentajes, sino en la capacidad de cambiar el curso hacia un futuro más resiliente y equitativo.