3.8 mil millones de barriles: el impacto climático de nuevos campos de petróleo en el Reino Unido
Las nuevas perforaciones en el Mar del Norte podrían generar emisiones de CO? equivalentes a 30 años de los hogares británicos.
Un informe de la organización Uplift revela que las nuevas perforaciones en el Mar del Norte podrían liberar hasta 1.5 mil millones de toneladas de CO?, igualando 30 años de emisiones de los hogares del Reino Unido. Aunque el gobierno ha prohibido nuevas licencias, campos con permisos previos, como Rosebank y Jackdaw, avanzan hacia su desarrollo. Mientras los defensores del medio ambiente exigen detener la explotación, la industria energética advierte sobre el impacto económico de cerrar los proyectos.
1.5 mil millones de toneladas de CO?: una amenaza global
El reciente estudio de Uplift detalla el impacto de las posibles nuevas perforaciones en el Mar del Norte. Si se desarrollan todos los campos con licencias vigentes, se liberarían 1.5 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, una cantidad equivalente a las emisiones combinadas de los hogares británicos durante tres décadas. Este volumen masivo de CO?, resultado de quemar 3.8 mil millones de barriles de petróleo, podría dificultar gravemente los esfuerzos globales para mantener el calentamiento por debajo de los 1.5 °C.
Tessa Khan, directora ejecutiva de Uplift, criticó duramente el avance de estos proyectos: “Mientras los hogares reducen su impacto instalando paneles solares y bombas de calor, la industria petrolera recibe carta blanca para generar emisiones masivas.” Según Khan, el gobierno tiene una oportunidad única para detener el desarrollo de estos campos y enviar un mensaje claro sobre la urgencia climática.
La herencia de un modelo insostenible
El problema actual deriva de la política de gobiernos anteriores, que promovieron una estrategia de “extraer hasta la última gota” del Mar del Norte. Aunque los conservadores introdujeron controles climáticos para nuevas licencias, estos no consideraban las emisiones generadas al quemar los combustibles extraídos. Esta omisión cambió en junio de 2024, cuando el Tribunal Supremo dictaminó que dichas emisiones debían incluirse en las evaluaciones ambientales, en un fallo conocido como «la sentencia Finch».
Con este cambio, el gobierno de Labour ajustó las normas, exigiendo que las empresas petroleras incluyeran en sus análisis el impacto total de las emisiones. Actualmente, se lleva a cabo una consulta para determinar cómo aplicar estas restricciones, con resultados esperados a principios de enero de 2025. Según los expertos, esta medida podría complicar aún más la viabilidad de los proyectos, incluso aquellos con licencias otorgadas.
Impacto económico y transición justa
El debate sobre las perforaciones no es solo ambiental, sino también económico. La industria petrolera y sus representantes argumentan que limitar la producción nacional no reducirá la demanda de petróleo y gas, sino que aumentará la dependencia de importaciones. Mark Wilson, director de operaciones de Offshore Energies UK, advirtió que detener las perforaciones amenazaría empleos, comunidades y los ingresos derivados de la industria.
Sin embargo, los críticos señalan que el declive del Mar del Norte es inevitable, independientemente de las políticas de extracción. Uplift destacó que, a pesar de las nuevas licencias aprobadas en la última década, el empleo en la industria petrolera se ha reducido a la mitad. Según Khan, es urgente que el gobierno implemente un plan robusto para crear empleos en energía limpia, priorizando las comunidades dependientes de la industria petrolera.
El rol del gobierno y las alternativas limpias
El Departamento de Seguridad Energética y Cero Neto reafirmó su compromiso con una transición energética ordenada. Un portavoz explicó que, aunque no se revocarán las licencias existentes, tampoco se emitirán nuevos permisos. En paralelo, se están promoviendo inversiones en tecnologías limpias como la captura de carbono, el hidrógeno y la expansión de la energía eólica marina, con el objetivo de proteger a los consumidores y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Sin embargo, los defensores del medio ambiente argumentan que estas iniciativas deben acelerarse. Un informe reciente destaca que los proyectos de energía renovable podrían generar el doble de empleos que los asociados con el petróleo y gas, mientras que también cumplirían con los objetivos climáticos.
Un dilema con implicaciones globales
El impacto de las decisiones del Reino Unido va más allá de sus fronteras. Según Tessa Khan, el gobierno tiene una oportunidad para liderar con el ejemplo y persuadir a otros países a evitar nuevos proyectos de extracción de combustibles fósiles. “Ya hemos descubierto más petróleo y gas del que es seguro quemar. Para mantenernos dentro de los límites climáticos, debemos dejar estas reservas sin explotar”, dijo Khan.
El gobierno se enfrenta a una decisión crucial: priorizar las promesas de cero emisiones netas o ceder ante las presiones de una industria en declive. Mientras tanto, el reloj avanza hacia las metas climáticas de 2030, y el mundo observa atentamente el próximo movimiento del Reino Unido.
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