5 prototipos de coches eléctricos urbanos que merecerían una segunda oportunidad
Estos cinco prototipos de coches eléctricos ultraeficientes para uso urbano se adelantaro tanto a su tiempo que hoy en día merecerían una nueva oportunidad.
Renault presentó en 2009 el prototipo de lo que solo un par de años más tarde se convirtió en el Renault Twizy. Un vehículo eléctrico urbano diseñado para mejorar la movilidad en las grandes ciudades.
Veníamos de una época en la que se había convertido en algo habitual encontrarnos con grandes SUV, a menudo ocupados por uno o dos pasajeros, para los desplazamientos urbanos habituales en el día a día, desde ir a la compra hasta recoger a los niños en el colegio.
Y fueron muchos fabricantes los que, de una u otra manera, recogieron el guante lanzado por el Twizy, con prototipos de coches eléctricos pensados para la ciudad que se quedaron en eso, en prototipos.
Aquí recogemos seis de ellos (hubo muchos más) que, por sus características, bien podrían merecer una segunda oportunidad, tal y como está evolucionando la movilidad eléctrica. De hecho, es muy probable que a corto plazo veamos un resurgimiento del concepto que inició el Twizy, con la llegada al mercado de una gran variedad de propuestas. Por el momento, ahí están el Citroën AMI, el Seat Minimó o el Uniti One, sin ir más lejos.
Mientras tanto, repasemos algunos de los concept-car que se quedaron en simples prototipos, pero que no desentonarían hoy en día en las grandes urbes,
Toyota i-Road
Presentado en el Salón de Ginebra de 2013, Toyota apostó con el i-Road por un concepto con tres ruedas, dos delanteras y una trasera, en vez de las cuatro ruedas del Twizy. Una especie de “moto-coche”, muy maniobrable gracias a sus dimensiones, con 2,35 metros de longitud y, sobre todo, apenas 850 mm de anchura.
Dotado de un ingenioso sistema de inclinación de la carrocería en las curvas denominado Active Lean, el Toyota i-Road utilizaba dos motores eléctricos de 2 kW situados en cada una de las ruedas delanteras. Anunciaba una autonomía de 50 kilómetros.
Opel RAK e
En el Salón de Frankfurt de 2011 Opel sorprendió con un pequeño vehículo eléctrico que causó sensación, el RAK e. El concepto Twizy evolucionaba hacia un tipo de coche que mantenía las características de un vehículo eficiente para uso urbano. Pero aquí entraba también en juego el diseño y la diversión al volante, para atraer a esos conductores jóvenes que no veían en el Twizy más allá de una propuesta de coche “sin carné”.
De hecho, el RAK-e estuvo muy cerca de llegar a producirse en serie. Incluso se llegó a crear una página de fans alemanes en Facebook para pedir a la marca que se atreviera a dar el paso. Pero eran otros tiempos; quizás las cosas habrían sido distintas ahora, en un momento en el que los coches eléctricos asoman con más fuerza que nunca.
El biplaza eléctrico de Opel, con dos asientos en tándem, contaba con un motor eléctrico de 10,5 kW que permitía al prototipo alcanzar los 120 km/h, y anunciaba una autonomía de 100 km. Su peso total se quedaba en 380 kg.
Audi Urban Concept
Compartió escenario con el Opel Rak e en Frankfurt. Y también filosofía y planteamineto: dos plazas en tándem, diseño juvenil y deportivo y un cierto nivel de prestaciones, más allá del necesario para un coche destinado al centro de las ciudades. La carrocería planteaba un acceso al habitáculo como si se tratase de la carlinga de un avión, haciendo deslizar el conjunto formado por el techo y los laterales.
Su fabricación, con una carrocería realizada en CFRP (material plástico reforzado con fibra de carbono) y un chasis de aluminio, habría sido muy costosa. Pero adelantaba tendencias y tecnologías que hemos visto años después, como las llantas de 21 pulgadas o la carga rápida. Otras todavía están por llegar, como la recarga inalámbrica por inducción. Con dos motores situados en el eje trasero ofreciendo una potencia conjunta de 15 kW, la velocidad se limitó electrónicamente a 100 km/h. Tuvo varias evoluciones, incluso un Spyder sin techo.
Volkswagen Nils
Junto al Opel Rak e y al Audi Urban Concept, el Nils de Volkswagen fue otra de las apuestas por la eficiencia y la electrificación que pudimos ver a finales de 2011. De líneas más redondeadas que el Urban Concept, presenta un formato similar al Audi, con las ruedas –en este caso de 17 pulgadas– fuera de la carrocería. El acceso al habitáculo se realiza a través de las puertas articuladas en el techo, con apertura tipo “alas de gaviota”.
Su único motor eléctrico rendía 15 kW, suficientes para que el Nils alcanzase una punta de 130 km/h y pudiera acelerar hasta los 100 km/h con salida parada en 11 segundos. La batería de iones de litio con 5,3 kWh de capacidad permitía anunciar una autonomía de unos 65 km, con un tiempo de recarga de un par de horas en un enchufe doméstico.
Nissan Land Glider
Ya en el año 2009 Nissan se anticipó a todos los prototipos que hemos visto anteriormente con el Land Glider, un biplaza 1+1 a medio camino entre un coche y una moto. Como en el Toyota i-Road, su carrocería se inclinaba en las curvas; pero en este caso el contacto con el asfalto era con cuatro ruedas, no con tres.
En aquel momento, sus características técnicas eran tan futuristas como su interior, con un cockpit tipo nave espacial. Tan futuristas –hablar de coches eléctricos en 2009 era anticiparse mucho al futuro– que solo se confirmaba que estaba impulsado por dos motores eléctricos, y que sus baterías de litio, situadas en el piso, podían recargarse de forma inalámbrica.
Con posterioridad, hemos visto propuestas que recuperan este concepto de carrocería con capacidad para inclinarse en las curvas, como el proyecto EU Live de PSA presentado en 2017. Aunque en este último caso, con un sistema de propulsión híbrido y hasta 300 km de autonomía.
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