El nuevo AC Cobra Series 4 demuestra que su potencial podría sacarle los colores al Cobra de gasolina

Que vaya por delante nuestro respecto a un icono de la automoción deportiva, tanto de producción como de competición como el brutal AC Cobra. Pero la reinterpretación del mito, tanto como coche con motor térmico con con propulsor eléctrico a partir del proyecto de AC Cars, actual propietario de la marca y que tiene en Alan Lubinsky como responsable del mismo, ha decidido apretar todos los tornillos posibles, a la vez que someter a una cura de adelgazamiento al AC Cobra Series 1 de tal forma que, ahora, el nuevo AC Cobra Series IV puede casi compararse con el AC Cobra 378 Superblower MkIV del mismo fabricante.

Y es que, en lugar del brutal motor de origen General Motors 6.2 litros, 8 cilindros en disposición de V y una potencia nada más y nada menos que 550 CV, el AC Cobra Series 4 de tan solo 1.190 kg, unos 100 kg más que el 378 pero equipa un motor de 460 kW de potencia, esto es 625 CV, y un brutal par motor de 1.000 Nm. De esta forma, el lanzamiento saliendo desde parado de esta máquina, según el fabricante, y hasta alcanzar los 97 km/h, es decir, las 60 mph, es de 3,8 segundos lo que supone igualar el del citado 378.

Para disfrutar de este coche, además de pagar el precio del que parte el AC Cobra Series IV que parte desde 168.000 libras, sin aplicar las tasas, impuestos o descuentos posibles, equivalentes a casi 184.000 euros, es necesario equipar una batería potente que surta de energía eléctrica al motor.

El acumulador escogido dispone de 54 kWh de capacidad, de esta forma, se anuncia una autonomía para el AC Cobra Series 4 de 200 millas, poco más de 320 km, una cantidad que viene favorecida por la cura de peso a la que este proyecto ha sido sometido.

Para satisfacer los gustos del cliente, la paleta de colores disponibles para las unidades, que esperan empiecen a ser entregadas a partir del próximo verano de 2021, ofrecerá nada más y nada menos que 14 colores entre los que destacan los míticos verdes British Racing Green, blancos Wimbleton White, rojos Rosso Chiaro o naranjas Electric Orange que han vestido ilustres vehículos en la historia de las carreras automovilísticas.