Al volante del Citroën AMI: el coche eléctrico más barato del mercado
El coche eléctrico más barato, el Citroën AMI, en realidad es un “microcoche». Y así se siente al volante el utilitario que se puede conducir sin carné.
Original, simpático, atrevido… el Citroën AMI no pasa desapercibido “lo mires por donde lo mires”, y nunca mejor dicho. Porque una de las principales características del Citröen AMI es su diseño, prácticamente simétrico. Una solución que responde a motivos de ahorro de costes, pero que junto a las posibilidades de personalización, da como resultado un coche que hace girar las cabezas a su paso.
Aunque todavía tardaremos unos meses en verlo por nuestras ciudades. Citröen ya admite reservas, pero la llegada oficial al mercado español se producirá en el mes de marzo. Se habla de precios de partida desde 7.000 euros, y en la marca esperan que tenga la fantástica acogida que el AMI está teniendo en Francia. Aunque me temo que aquí será algo más difícil.
Un cuadriciclo ligero como alternativa a los scooters, las bicis y los patinetes eléctricos
Ya hemos hablado largo y tendido del Citroën AMI. Pero conviene recordar que NO estamos ante un turismo convencional, sino ante un micro coche eléctrico. Está homologado como cuadriciclo ligero, por lo que se puede conducir desde los 15 años y sin carné de coche, basta una licencia de ciclomotor.
Citröen lo plantea como una alternativa en las grandes ciudades a otras soluciones de micromovilidad, como los scooters, las bicicletas o los patinetes eléctricos. Algo así como lo que pensó en su día Renault cuando lanzó el Twizy, también un cuadraciclo ligero eléctrico, al que podemos considerar un adelantado a su tiempo.
La diferencia principal con el Twizy es que el Citröen AMI cuenta con una carrocería completa; en el Twizy, se añadió después del lanzamiento la posibilidad de añadir como opción unas portezuelas laterales a su carrocería abierta. Además, en el Renault Twizy los dos ocupantes se sientan uno detrás de otro, mientras que el AMI es más “coche” en este sentido, con sus puertas convencionales y dos asientos en paralelo.
Dicho sea de paso, al respecto de las puertas, por si te llama la atención en las fotos: la puerta del conductor se abre en sentido contrario a la marcha, y la del pasajero de forma convencional. No es un guiño de diseño, ni tiene nada que ver con temas de funcionalidad. Sencillamente vuelve a ser una razón de ahorro de costes: esto permite que las puertas sean idénticas, abaratando la fabricación.
Hablemos de precio: desde 7.000 euros, compra online
Y ya que hablamos de ahorros, entremos en materia de precio. Ya hemos dicho que se ha anunciado un precio de salida desde unos 7.000 euros. Puede parecer muy barato, pero recuerda: el AMI no es un coche, es un “microcoche”. Y por eso tiene un “microprecio”. Más adelante veremos lo que esto conlleva.
Hay que tener en cuenta que no existen muchas alternativas al Citroën AMI en nuestro mercado. Básicamente se reducen a dos: el mencionado Renault Twizy y el eAixam.
Los dos están en otra órbita en precio, el Twizy parte desde casi 12.000 euros, y el eAixam está disponible desde unos 15.500. Los dos son “coches sin carné”, pero ninguno de ellos se parece en nada al AMI. El Twizy por su diseño y concepto tipo “moto de cuatro ruedas” con techo. El eAixam porque se mueve en otro nivel de calidad, confort, equipamiento de seguridad y calidad de construcción que el AMI, más cercano a lo que sería un coche “de verdad”.
Y por seguir con el precio y aspectos sobre la comercialización. El AMI se venderá únicamente online. Esto quiere decir que podrás cerrar la compra a través de la página web, y elegir que te lleven el coche a casa, lo cual te costará unos 200 euros. También puedes ir a recogerlo al concesionario y “llevártelo puesto”, junto a la caja de “accesorios”, si es que decides adquirir algún extra. También hablaremos de esto más tarde.
Biplaza eléctrico, 70 km de autonomía
Vayamos ya a las características técnicas del Citroën AMI. Hablamos de un vehículo de apenas 2,4 metros de longitud y 1,4 de anchura. Puede que no te lo creas, pero un Smart a su lado, con 30 cm más de largo y de ancho, casi parece un SUV. Para que te hagas una idea, en la plaza de aparcamiento en la que cabe un coche compacto podrías meter dos AMI.
Cuando lo examinas de cerca te das cuenta de que tiene cosas casi más de juguete que de coche. La estructura es de tubos de acero, totalmente visible desde el interior del vehículo, y sobre ella se coloca la carrocería, realizada en policarbonato. No hay lugar a medidas de seguridad pasiva como chasis de deformación programada, refuerzos laterales en las puertas… Tampoco hay aislamiento de ningún tipo. Cuenta con suspensiones convencionales, McPherson delante y eje torsional detrás, y las ruedas son de 14 pulgadas, equipadas con neumáticos en medida 155/65.
El motor, situado en la parte delantera, tiene muy poca potencia, 6 kW (8,2 CV). Pero el AMI pesa muy poco, unos 470 kg. Y por su condición de cuadriciclo ligero tiene la velocidad máxima limitada a 45 km/h. No es necesario mucha más potencia. La batería, de 5,5 kWh de capacidad, se coloca bajo los asientos. Permite una autonomía de unos 70 km, según cifras oficiales. Y se recarga en unas 3 horas utilizando un enchufe doméstico.
El interior del Citroën AMI: más simple, imposible.
De puertas hacia dentro, el AMI no puede ser más simple y sencillo. Eso sí, sorprende el espacio disponible, habida cuenta de su tamaño exterior. El asiento del conductor cuenta con regulación longitudinal, mientras que el del pasajero es fijo, anclado al chasis. Si el conductor se pega mucho al volante, el pasajero quedará más retrasado, en una posición solapada.
No existe maletero como tal; ten en cuenta que hablamos de un coche para desplazamientos urbanos. Pero puedes llevar alguna pequeña bolsa tras los asientos, y hay hueco para una maleta pequeña (como las que se pueden lleva en las cabinas de los aviones) delante de las piernas del pasajero. El cable de recarga se coloca en la puerta.
Algunos de los detalles que muestran la sencillez del AMI son las ventanillas tipo 2CV, articuladas y con la mitad inferior abatible hacia arriba. O los asientos rígidos, como los que encuentras en el metro o en algunos autobuses urbanos. La instrumentación es una pequeña pantalla monocolor que ofrece la información justa (velocidad, autonomía y poco más). Y no hay manecillas para las puertas, sustituidas por tiras de tejido.
Olvida también los airbags, el aire acondicionado… aquí no hay nada de eso. Tampoco sistema multimedia. En su lugar, el AMI tiene un sistema con un soporte específico que permite conectar tu teléfono móvil a un puerto USB, y que se conecta por bluetooth a un altavoz portátil que se sitúa delante del volante. En otras palabras, el sistema multimedia es tu propio teléfono.
Citroën ofrece distintos paquetes de personalización, en un concepto tan original… que te llevas los elementos elegidos en una caja al comprar el coche, y los instalas tú mismo. Estos paquetes se denominan My AMI Grey, Blue, Orange o Kakhi, y están compuestos por stickers, alfombrillas, espacios o superficies para colocar en el salpicadero o en las puertas, e incluso el soporte del sistema denominada DAT@MI, para acoplar el móvil. Además, se ofrecen otros dos packs de personalización exterior, estos sí con instalación en el concesionario por personal autorizado. El My AMI Pop, más deportivo, incluye un pequeño alerón trasero y detalles en color naranja. El denominado My AMI Vibe, más chic, lleva embellecedores en el techo y luce colores grises. El precio de estos paquetes, teniendo en cuenta lo que ofrecen y lo que cuesta el coche, se hacen algo caros: en torno a los 1.000 – 1.200 euros.
Conduciendo el Citroën AMI por la ciudad
Todo lo que hemos contado es clave a la hora de entender la experiencia de conducción que proporciona el AMI. Con esta configuración no puedes esperar un confort comparable al de un coche convencional, por muy básico que sea. Los asientos son muy duros, no hay aire acondicionado (en verano puede ser un auténtico horno, con tanta superficie acristalada) y el sistema de calefacción, que no admite regulación en intensidad, hace un ruido muy molesto. Y tendrás que recurrir a ella aunque prefirieses abrigarte, porque en invierno es indispensable para que no se empañen el parabrisas o las ventanillas.
Para iniciar la marcha hay que seleccionar la posición “D” del cambio en una botonera situada a la derecha del asiento. A partir de aquí, elegir bien el recorrido en el que vas a moverte con el Citroën AMI es vital. Porque en teoría puedes utilizarlo por cualquier sitio en la ciudad. Pero aunque es rápido al salir de los semáforos y muy ágil callejeando, la limitación de la velocidad máxima a 45 km/h hace que en muchas zonas el resto del tráfico prácticamente tenga que ir esquivándote.
No tiene dirección asistida, aunque no le hace falta. Tampoco hay posibilidad de elegir el nivel de retención del motor eléctrico al levantar el pie del acelerador, si bien la deceleración que se produce es suficiente como para tener que usar poco los frenos, que no cuentan con ABS. Llama la atención lo que suena para ser un coche eléctrico. Al no tener prácticamente nada de aislamiento, la carrocería hace caja de resonancia del ruido de rodadura, e incluso se siente muy bien el ruido de otros coches del exterior.
Su principal virtud, la agilidad y lo fácil que se aparca, no deja de sorprenderte con el paso de los kilómetros. Pudimos realizar un recorrido de unos 20 km en total, en los que comprobamos un consumo que promete ser muy bajo, lo que pone a tiro unos 50 kilómetros de autonomía, como mínimo, en conducción real. Parece suficiente para un cuadriciclo destinado a recorridos muy cortos, siempre por ciudad, en los que no dará mucho tiempo a sentir el rigor de una suspensión que se siente más dura de lo que realmente es por los asientos.
Galería de imágenes Citroën AMI
Comentarios cerrados