Alpine A110 E-ternité: el prototipo que avanza el futuro Alpine eléctrico
Alpine presenta el A110 E-ternité, un prototipo de propulsión 100% eléctrica que adelanta la tecnología de los futuros deportivos de la marca
Alpine no podía haber elegido mejor lugar y mejor momento para presentar su nuevo Alpine A110 E-ternité: en casa, y aprovechando el escaparate mundial que supone el Gran Premio de Francia de Fórmula 1. Y si se trataba de llamar la atención, lo ha conseguido.
El A110 E-ternité es, de momento, solo un prototipo. Pero no se trata de un concept-car cualquiera. A diferencia de los «show-car» no trata de atraer miradas por su diseño, pues exteriormente es como el resto de la gama A110. Sin embargo, el A110 E-ternité es todo un laboratorio rodante que nos avanza el futuro de la marca, con un sistema de propulsión totalmente eléctrico.
El reto de electrificar un coche como el A110 no era nada fácil, porque en Alpine se marcaron un objetivo: igualar las prestaciones y el dinamismo que han marcado nuevas referencia con la versión térmica. Además, Alpine añadió una serie de requisitos que debía cumplir el proyecto.
Por ejemplo, el sistema multimedia está basado en una tablet, que permite al usuario centralizar todas las aplicaciones en su dispositivo personal. La configuración de la carrocería, de tipo semidescapotable, permitiría disfrutar de las ventajas de rodar con el cielo por techo sin ruido mecánico. Los materiales innovadores y un equipo de audio de última generación con sonido envolvente cerraban el pliego de condiciones.
Motor eléctrico de 242 CV y caja de cambios de 2 velocidades
Los ingenieros y diseñadores de Alpine pusieron manos a la obra… y aquí tienes el resultado. Sin modificar la rigidez de la carrocería, la estructura del techo practicable, realizada en fibra de carbono reciclado, es una solución sencilla… y ligera. Recurrir al lino como material base en sustitución de la fibra de carbono en algunos elementos de la estructura del capó, la parrilla, o los asientos no fue tan difícil, al contar con la colaboración de la empresa Terre de Lin, con sede en Dieppe (Francia).
Y para el motor y los módulos de batería, solo había que echar mano de la tecnología estrenada en el Mégane E-Tech Eléctrico. Eso sí, se diseñaron unas carcasas especiales para repartir los dice módulos de batería, ubicando cuatro de ellos en la parte delantera y cuatro en la trasera.
A pesar de los 392 kg de peso de las baterías, Alpine ha conseguido que el prototipo del A100 eléctrico se quede en 1.378 kg, frente a los 1.120 del Alpine A110 con motor de combustión. Y el objetivo es rebajar esa cifra aun más, a 1.320 kg, con un reparto de pesos de 42/58 (43/57 en el A110 térmico). La autonomía prevista en el ciclo WLTP es de 420 km.
El motor eléctrico del A110 E-ernité rinde 178 kW (242 CV), con un par máximo de 300 Nm. Según la marca, es capaz de cubrir los 1.000 metros desde parado en 23,7 segundos, por los 22,8 que necesita el Alpine con motor de gasolina de 215 kW. Y la velocidad máxima está limitada a 250 km/h. Para optimizar las prestaciones, se ha incorporado una innovadora caja de cambios de dos velocidades de doble embrague controlada electrónicamente y especialmente dimensionada para las características de los motores eléctricos en cuanto a la capacidad para entregar el par máximo desde cero.
Alpine no ha manifestado la intención de llevar a la producción en serie este prototipo, aunque a buen seguro la cosa puede cambiar una vez finalice el Gran Premio de Francia… Estaremos atentos.
Galería de imágenes Alpine A110 eléctrico
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