El amoniaco llega para desbancar al hidrógeno como fuente de energía. ¿Lo conseguirá?

Estamos viendo como el hidrógeno va abriéndose camino como fuente de energía para coches y camiones de alto tonelaje. Se trata de un combustible que ofrece mayor autonomía que la electricidad almacenada en baterías y permite la carga del depósito en muy poco tiempo. Casi como repostar combustible tradicional. Pero hay una seria dificultad para que se instaure como estándar para la industria del transporte.

Y es que no hay infraestructuras de carga de hidrógeno, así que esta posibilidad está limitada a unos pocos usuarios. Pero, cuando todavía no se ha convertido en un estándar, resulta que aparece otra tecnología que quiere superar a esta y convertirse en una alternativa eficaz a la movilidad eléctrica tradicional: el amoniaco.

Desarrollo de vehículos movidos por amoniaco

Amogy es una empresa que ha presentado un sistema de pila de combustible que se alimenta con amoniaco, un producto que resulta más fácil de obtener que el hidrógeno. Este sistema ya se ha probado en un dron con un motor de 5 kW, para pasar a ser probado en un tractor con un motor de 100 kW. La tercera prueba ha sido en una cabeza semitractora, que ofrece una potencia de 300 kW.

En esta última prueba, se cargó el depósito del camión, que obtuvo 900 kWh de electricidad almacenada. El repostaje ocupó ocho minutos, un tiempo muy ajustado y que lo convierte en una buena alternativa a la carga eléctrica. El camión estuvo funcionando durante varias horas sin problemas en el recinto de la Universidad de Stony Brook, en Nueva York.

Dentro de unas semanas, el camión será probado en un circuito, donde se pondrá a prueba realizando operativas que luego se repetirán en el mundo real.

NAMX HUV, un coche de hidrógeno… ¡con tanques intercambiables!

Esta empresa franco-marroquí presenta un SUV propulsado por una pila de combustible y alimentado por tanques reemplazables.

El amoniaco, alternativa al hidrógeno

Lo primero que llama la atención es el uso de amoniaco. Pero en realidad, la pila de combustible funciona con hidrógeno. Este se obtiene al craquear el amoniaco y separar el hidrógeno que luego alimenta la pila de combustible. El proceso necesita energía, que no llega al sistema y se pierde. Esto es posible porque el amoniaco está compuesto por una parte de nitrógeno y tres partes de hidrógeno, así que se puede obtener con facilidad.

Además, es importante saber que el amoniaco es muy corrosivo, así que su manipulación entraña riesgos. No es fácil que se pueda ver un camión que utilice amoniaco como combustible por las carreteras, al menos por el momento. Sin embargo, podría ser una buena alternativa para funcionar en barcos y aviones.