Así es la demanda mundial de baterías en el sector del transporte más allá de los coches eléctricos
Taxis voladores, maquinaria agrícola, camiones, autobuses… Todos quieren pasarse a la movilidad eléctrica. ¿Habrá baterías para todos?
Cuando pensamos en los problemas a los que puede enfrentarse un mercado automovilístico en el que solo se comercialicen coches eléctricos en un futuro a corto o medio plazo, uno de los primeros que surgen son las baterías. ¿Cómo evolucionarán los precios? ¿Habrá suficientes materiales para construir todas las baterías que serán necesarias? ¿Qué pasará con la demanda de energía eléctrica?
No es de extrañar. Según un informe de IDTechEX, en 2021 se vendieron en todo el mundo 35,7 millones de vehículos electrificados. Y la previsión es que para 2030 esta cifra alcanzará los 74 millones.
Pero lo que probablemente desconoces es a cuánto asciende y cómo se reparte la demanda de energía en el sector del transporte más allá del vehículo eléctrico para uso particular. Como primera referencia, quédate con esta cifra: la demanda mundial de baterías para coches eléctricos e híbridos enchufables ascendió a unos 280 GWh en 2021. Y el mercado en los sectores no automovilísticos relacionados con el transporte demandó 30 GWh, con un curioso reparto.
Taxis aéreos eléctricos eVTOL: esperando el “despegue”
Los eVTOL, vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical, todavía están en una fase incipiente. Aun así, la demanda de baterías para este tipo de vehículos se mantuvo el pasado año por debajo de 1 GWh.
La previsión es que las futuras baterías de estado sólido desempeñen aquí un papel importante en el futuro, aunque las barreras normativas y técnicas hacen que la evolución de este mercado sea muy incierto. El informe de IDTechEX revela que más de 20 compañías están ensayando ya con esta tecnología con el año 2023 como objetivo para sus primeros vuelos comerciales, aunque también se ha señalado que la mayoría cree que establecer las normas y los procesos de certificación llevará al menos cinco años. El verdadero “despegue”, con la consiguiente demanda de baterías, debería producirse a partir de 2026.
Sector marítimo: la apuesta es el hidrógeno
También en el sector marítimo la demanda de baterías se quedó por debajo de 1 GWh en 2021. Una demanda que seguirá creciendo en algunos sub-sectores como el de los pequeños transbordadores, por ejemplo. Pero las limitaciones de la tecnología de propulsión eléctrica en buques de corta o gran eslora, que son los responsables de la mayor parte de las emisiones en este sector, hacen que la solución apunte hacia otras tecnologías como los biocombustibles o el hidrógeno.
La entrada en vigor de una nueva normativa a partir de 2023, para reducir las emisiones de carbono por cantidad de carga transportada y milla recorrida, está impulsando el interés por la pila de combustible aplicada al transporte marítimo. Pilas que pueden superar los 3.000 megavatios de potencia (la de un Toyota Mira, para que te hagas una idea, es de unos 115 kilovatios). Pero el mayor reto aquí es el mismo al que se enfrenta el sector del automóvil para la adopción de la pila de combustible: la falta de una infraestructura de hidrógeno verde de bajo coste.
Vehículos eléctricos en el sector de la construcción
La demanda de baterías en este sector es relativamente baja en la actualidad, alrededor de 1 GWh el pasado año. Se concentra en las máquinas compactas más pequeñas, como miniexcavadoras o cargadoras compactas.
Como en el sector marítimo, la mayor parte de las emisiones se genera en la maquinaria más pesada, como las grandes excavadoras, que son un segmento importante para electrificar. En este sector, además de las emisiones contaminantes de los grandes motores diésel, el factor ruido también podría cobrar importancia de cara a una futura electrificación que obligará a los fabricantes de equipos originales a diseñar sus nuevos vehículos eléctricos desde cero, en vez de recurrir a adaptaciones
Camiones: entre la propulsión eléctrica y la pila de combustible
A más de 4,3 GWh ascendió la demanda de baterías para camiones eléctricos en 2021. Pero esta cifra puede subir mucho a corto o medio plazo. Fabricantes como Tesla, Volvo o Daimler están realizando importantes inversiones para sus camiones eléctricos. Y la demanda de baterías de un camión eléctrico es muy superior a la de un automóvil. Un ejemplo: desde unos 600 kWh en el caso de un Tesla Semi de menor autonomía, y cerca de 1000 kWh para los de mayor alcance, unas 10 veces más de capacidad que la batería de un Tesla Model S.
El mayor despliegue de camiones eléctricos en los próximos años puede producirse en China, favorecidos por el apoyo del Gobierno. Aunque el sector también mira hacia el hidrógeno, como están haciendo Toyota o Hyundai, que centran sus esfuerzos en desarrollar camiones de pila de combustible para el transporte de larga distancia.
Motocicletas eléctricas: rápido crecimiento
Los 9 GWh a los que ascendió la demanda de baterías para vehículos eléctricos de dos ruedas pueden multiplicarse en breve, a medida que la transición de los vehículos de este tipo en el mercado Chino (con ventas de más de 25 millones al año) avance de las baterías de plomo-ácido a las de iones de litio. Una aceleración que también se prevé en mercados como la India, donde este medio de transporte es dominante, con unas ventas anuales de 15 millones de motocicletas y una necesidad imperiosa de reducir la contaminación.
Las baterías en estos casos son pequeñas, normalmente de menos de 4 kWh, frente a los 50 kWh de un coche compacto eléctrico como por ejemplo un Opel Mokka-e. Además, este sector se presta a nuevos modelos de negocio, en el que podría tener cabida el intercambio de baterías.
Autobuses eléctricos: una demanda actual de 12 GWh
Tras el rápido crecimiento del sector de los autobuses eléctricos en las ciudades más importantes de China entre 2012 y 2016, impulsados por importantes subvenciones, las ventas globales de autobuses eléctricos han disminuido en los últimos cinco años, al reducirse las subvenciones.
A corto plazo, Europa volverá a impulsar el crecimiento de un mercado actualmente muy fragmentado, en el que la cuarta parte de las ventas todavía corresponden a China.
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