No todas las sanciones por conducir al margen de la ley tienen las mismas sanciones. Estas son las peores multas de tráfico
Así quiere endurecer la DGT la ley contra la «violencia vial» con el anteproyecto aprobado
Más restrictiva y menos tolerante, así quiere la DGT y el gobierno que sea la ley que regula el tráfico según el anteproyecto aprobado
El concepto «violencia vial» lo acuñó, al menos, en términos populosos que no populares Pere Navarro en su primera etapa al frente de la Dirección General de Tráfico. Como mantras o consignas que interiorizar a una población cada vez más atorada mentalmente ante la situación pandémica, tras el éxito del concepto «nueva normalidad» acuñado durante la primera fase de la misma y el confinamiento que sufrimos a causa de la Covid-19, ahora, el Ministro del Interior se suma a la difusión de esta forma de justificar el endurecimiento de las penas por la comisión de determinadas infracciones. Algo así como, con los malos conductores, mano dura no, durísima.
En cualquier caso, durante esta semana ha sido noticia el anuncio por parte de la aprobación por parte del Consejo de Ministros del anteproyecto del Texto Refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial en todo lo relacionado con el permiso y la licencia de conducción por puntos así como la regulación para los vehículos de movilidad personal que ha visto revisado el marco regulador para las estrellas entre estos dispositivos como son los patinetes eléctricos.
No es país para la reeducación
De esta forma, como viene siendo tónica, primero se castiga y luego se trata de reconducir al infractor, sin importar si se consigue o no.
Es supone dos vertientes: o bien se deja al conductor sumido en un permanente estado de miedo y temor a ser multado, o bien se le permite cometer la irregularidad y luego se le sanciona pero.
De esta manera se deja de lado el fomento de la formación vial basada en conducción segura y donde premie la empatía que conlleve el respeto mutuo por la seguridad ajena y propia sino en la añeja corriente educativa de aprendizaje-sanción-castigo-¿reajuste de lo aprendido?
Para fomentar una mayor seguridad en la calzada y tratar de luchar con lo que se ha tildado de violencia vial por ejercer una conducta de desprecio o de menosprecio ante el resto de personas que comparten la vía, el ministerio de Grande-Marlaska junto con el organismo competente en materia de tráfico de Navarro basan su reforma en la constricción de la normativa, el endurecimiento de las sanciones y, en último caso, la asunción de los gastos por parte de aquellos interesados el aumento del saldo de puntos del carnet de conducir.
Desgranado estos tres puntos clave, el anteproyecto del gobierno, ministerio y empresa pública se basa en:
- sancionar la manipulación de un dispositivo de telefonía móvil con 6 puntos, en vez de los 3 actuales
- restar 4 puntos, por los 3 de ahora, la circulación haciendo mal y uso o desuso del cinturón de seguridad, sistemas de retención infantil, casco o elementos de protección obligatorios según el vehículo
- castigar con 500 euros de multa y la retirada de 3 puntos la instalación de sistemas de detección de radar
En otras de las medidas que más afectará a la movilidad, tanto dentro como fuera de vía urbana están
- limitar a 30 km/h todas las vías de único carril por sentido y, a 20 km/h, las que dispongan de plataforma única de calzada y acera
- suprimir el margen de 20 km/h a la hora por encima de la máxima permitida en carreteras convencionales
Para demostrar ser buen un conductor habrá que pagar
El texto que está pendiente de aprobación, se recoge también que, para quienes opten por aumentar en 2 el saldo total de inventario de puntos de su carné podrán hacerlo de manera voluntaria y asumiendo los costes de su formación.
Eso sí, para incrementar el saldo de puntos deberán hacerlo por su cuenta y vía ya que se invita a los interesados a recibir formación, actualización o implementación de sus conocimientos mediante cursos de conducción segura, expedidos según la certificación de la DGT pero divulgados a través de empresas ajenas que podrán establecer los costes libremente en función, entendemos, que los contenidos y, sobre todo, los recursos que se ofrezcan.
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