Los autobuses de hidrógeno de Toyota Caetano recorrerán hasta 400 km sin necesidad de repostar

Toyota Motor Europe (TME) en su alianza con el Grupo Salvador Caetano pasa a ser accionista de las empresa portuguesas CaetanoBus y Finlog, la primera, destinada a la fabricación y venta de autobuses y, la segunda, entidad de servicios financiera para vehículos.

De esta forma y, a tenor de la nueva política de Toyota para con su concepto Beyond Zero sobre la electrificación de sus vehículos, apuesta así por el hidrógeno como solución a los transportes  pesados por carretera, en este caso, destinados al de personas.

Si en fechas recientes hemos recogido la apuesta de la firma nipona que, desde el otro lado del Atlántico, presentaba, a través de la división estadounidense de Toyota, el camión con pila de hidrógeno en su fase como prototipo, el anuncio de la creación de Toyota Caetano Portugal (TCAP)  supone la entrada en el segmento de los fabricantes de autobuses con pila de hidrógeno.

A partir de la tecnología de TME, los autobuses de TCAP equiparán un esquema motriz basado en un propulsor eléctrico que impulsará el vehículo, una batería, también eléctrica que recibirá la energía procedente de la pila de combustible de hidrógeno, generadora, a partir de la combustión de este gas, de la propia electricidad.

Una vez se surten de hidrógeno, los tanques de depósito del mismo ofrecen una autonomía de 400 km hasta el siguiente repostaje, una maniobra que, como abordamos en el artículo referente a cómo se realiza la reposición del gas en un coche de hidrógeno, requiere el mismo tiempo que en cualquier vehículo alimentado por gasolina o gasóleo.

De nuevo, igual que para el transporte ligero por carretera, el lanzamiento de automóviles de hidrógeno aún se limita a dos y parece difícil la ampliación a más de un puñado de opciones, incluso a unos pocos años vista, en cuanto al transporte pesado y de largo recorrido parece pasar por el hidrógeno como alternativa a los combustibles fósiles como, también en fechas recientes, hemos recogido de parte de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles con el anuncio del rechazo de hasta 7 grandes marcas constructoras de camiones que, para 2040, ya no venderán camiones diésel.