Aviación, E-Fuels e hidrógeno: la tecnología que hará los vuelos neutros en carbono

Alberto Noriega     13 octubre 2024     5 min.
Aviación, E-Fuels e hidrógeno: la tecnología que hará los vuelos neutros en carbono

Los combustibles sintéticos, o e-fuels, prometen descarbonizar la aviación. Aunque costosos, su adopción será clave para reducir las emisiones en el sector aéreo a largo plazo.

Los combustibles sintéticos, conocidos como e-fuels, prometen revolucionar la aviación. Fabricados a partir de hidrógeno y CO2, su producción es casi neutra en carbono, lo que los convierte en una pieza clave para la descarbonización. A pesar de sus desafíos técnicos y costos elevados, se espera que políticas como Fit for 55 impulsen su adopción en las próximas décadas, transformando el transporte aéreo.

El potencial de los combustibles sintéticos en la aviación

Los combustibles sintéticos, especialmente el e-keroseno, son vistos como una de las alternativas más prometedoras para reducir las emisiones de carbono en el sector de la aviación, que actualmente es responsable del 2,5% de las emisiones globales de CO2. A diferencia de los combustibles fósiles, los e-fuels se producen combinando hidrógeno obtenido de fuentes renovables y dióxido de carbono capturado de la atmósfera o de procesos industriales. Este proceso casi neutro en carbono permite que la cantidad de CO2 emitida al quemar el combustible sea compensada por el CO2 capturado en su producción, contribuyendo significativamente a los esfuerzos de descarbonización.

Uno de los grandes desafíos para la adopción masiva de los e-fuels es su costo. Según BloombergNEF, estos combustibles son hasta seis veces más caros que los convencionales, lo que plantea un obstáculo financiero para su implementación a gran escala. Sin embargo, la regulación europea está impulsando su desarrollo mediante programas como RefuelEU Aviation, que establece metas de mezcla de combustibles sintéticos con fósiles, con el objetivo de alcanzar un 35% de uso de e-fuels en la aviación para 2050. Esta combinación de políticas públicas e innovación tecnológica es clave para que los e-fuels se conviertan en una opción económicamente viable a largo plazo.

Airplane Flying Clouds

El hidrógeno verde: clave para el futuro de los e-fuels

El hidrógeno verde es un componente esencial en la producción de combustibles sintéticos. Este tipo de hidrógeno, generado a partir de energías renovables como la solar y la eólica, es crucial para garantizar que el proceso de producción de los e-fuels sea lo más limpio posible. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), la capacidad de producción de hidrógeno verde podría alcanzar los 14 millones de toneladas anuales para 2030 a nivel global, lo que impulsaría significativamente la producción de e-fuels. En España, se espera que la capacidad de producción de hidrógeno verde sea de 5 millones de toneladas anuales para esa misma fecha, posicionando al país como un líder en esta industria emergente.

El desarrollo del hidrógeno verde no solo ayudará a reducir el impacto ambiental de la producción de combustibles sintéticos, sino que también tendrá un impacto económico considerable. Estudios de PwC estiman que la producción de hidrógeno en España podría generar entre 8.000 y 19.000 millones de euros para el Producto Interno Bruto (PIB) entre 2025 y 2050, además de crear unos 173.000 empleos. Este crecimiento económico estará impulsado por la inversión en infraestructuras de energías renovables y por la demanda creciente de hidrógeno como un componente clave para alcanzar la neutralidad climática.

Desafíos y oportunidades para los e-fuels en la aviación

A pesar del prometedor potencial de los e-fuels para transformar la aviación, su adopción masiva enfrenta varios desafíos, tanto técnicos como económicos. Uno de los más significativos es la producción del e-keroseno, que debe cumplir con estrictos requisitos de seguridad en condiciones extremas de altitud y temperatura. A diferencia de otros combustibles sintéticos, el queroseno utilizado en aviones tiene que ser capaz de resistir bajas temperaturas sin perder eficacia, lo que complica su producción y lo encarece en comparación con otros e-fuels como la e-gasolina o el e-diésel.

Planta De Iberdrola De Hidrógeno Verde

El costo elevado sigue siendo uno de los principales obstáculos para la expansión de los combustibles sintéticos. Aunque la tecnología ya existe y las plantas de producción están empezando a multiplicarse, los e-fuels siguen siendo entre cuatro y seis veces más caros que los combustibles fósiles. Esta brecha de precio, conocida como ‘green premium’, refleja la dificultad de competir con combustibles tradicionales que han dominado el mercado durante décadas. Sin embargo, la regulación está avanzando para favorecer su integración. La iniciativa europea Fit for 55, por ejemplo, no solo establece objetivos de mezcla de e-fuels, sino que también prevé incentivos y políticas para reducir gradualmente el costo de estos combustibles limpios.

El futuro de la descarbonización aérea

A pesar de los desafíos, los combustibles sintéticos son una opción clara para la descarbonización a largo plazo del sector aéreo. Con el apoyo de regulaciones como RefuelEU Aviation y las inversiones en tecnologías de producción de hidrógeno verde, la industria aérea está comenzando a sentar las bases para un futuro más limpio. Se espera que, en la próxima década, los avances tecnológicos y las economías de escala permitan reducir los costos de los e-fuels, haciéndolos más competitivos frente a los combustibles fósiles.

El impacto de esta transición será significativo. Según las proyecciones de la Unión Europea, la mezcla de combustibles sintéticos con fósiles comenzará en 2030 con un 1,2%, pero alcanzará el 35% en 2050. Aunque estos porcentajes implican un aumento en el costo operativo de las aerolíneas, los beneficios en términos de reducción de emisiones son incuestionables. A medida que el sector de la aviación continúa su transformación hacia un modelo más sostenible, los e-fuels jugarán un papel fundamental en la lucha global contra el cambio climático, asegurando que la aviación, un sector tradicionalmente difícil de descarbonizar, avance hacia un futuro neutro en carbono.

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