El gobierno central potenciará la apertura de 100 hidrogeneras

La crisis provocada por el SaRS-COV-2 que ha generado la pandemia de Covid-19 propone un escenario en el que, de una parte, la dureza de la situación pone en jaque a personas y a colectivos, a trabajadores y a empresas, pero, a la vez, permite abrir un tiempo de esperanza ante una reformulación de los pilares básicos en los que la sociedad en la que vivimos se ha cimentado. Por ejemplo, en materia de transporte.

Si bien el transporte por carretera se sustenta en una movilidad basada en el uso de carburantes fósiles, la incipiente preocupación por el crecimiento de la repercusión que tiene la expulsión de gases tóxicos y de efecto invernadero, ha llevado a establecer un plan para establecer un balance neutro de dióxido de carbono para el año 2050.

Para esto, la transición y establecimiento de una movilidad sostenible es imprescindible.

Pero cuando la industria e, incluso, el consumidor ha mostrado interés y consciencia para con la asunción de una nueva movilidad basada en el uso de energía eléctrica como fuente de alimentación de los vehículos, tanto ligeros como pesados, de uso particular, público o privado, es necesario el impulso institucional que apoye lo que los otros factores, imprescindibles en la ecuación, culmine con un resultado positivo en cuanto a la movilidad electrificada se refiere.

Por eso, de cumplirse lo que avanza la publicación eleconomista.es sobre la elaboración de un plan gubernamental de fomento de la descarbonización, más allá del ya anunciado Plan de Impulso de la Cadena de Valor de la Industria de la Automoción que recoge las diferentes modalidades de las ayudas a la compra de coches nuevos más eficientes, supondría un primer impulso institucional nacional, sobre todo, al uso del vehículo con pila de hidrógeno.

Hasta un centenar de nuevas hidrogeneras

Así, procedentes de las Ayudas del Fondo Europeo que España recibirá en los próximos 6 años, el ejecutivo estaría elaborando un plan que destine el 10 por ciento del total recibido para destinarlo al sector del automóvil.

Los 8.900 millones de euros que reservaría el gobierno nacional daría estarían destinadas a establecer soluciones que fomentaran la independencia de la automoción de los carburantes fósiles y supusieran un impulso a otros combustibles más sostenibles como es el hidrógeno.

Entre los objetivos del presupuesto que quedaría dispuesto para implementar la movilidad sostenible, el más ambicioso sería el de potenciar la apertura de hasta 100 estaciones de repostaje de hidrógeno, es decir, la apertura de hasta un centenar de hidrogeneras.

Con un plazo máximo que pone al año 2030 como el límite para la inversión del presupuesto supondría el levantamiento de estos puntos de distribución, la construcción y entrada en funcionamiento de 100 puntos de distribución de hidrógeno supondría aumentar en más de 10 en número de hidrogeneras que actualmente operan en España, tan solo, 8 y una pendiente de entrar en funcionamiento.

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De ser así, se establecería una red de estaciones de servicio con surtidores en los que los vehículos de pila de combustible de hidrógeno, FCEV, tanto ligeros como pesados, podría reabastecer sus tanques.

Un plan que apoya el programa europeo con el que, desde instancias comunes, pretenden crear una red de distribución de hidrógeno por todo el continente y del que ya dimos cuenta.