Barcelona regula los puntos de carga y alcanzará los 660 puntos autorizados

Actualmente hay 113 puntos de carga de coches eléctricos autorizados en Barcelona. Estos reúnen un total de 896 cargadores, pero resultan insuficientes para la creciente demanda de usuarios de vehículos electricos. Por este motivo, el ayuntamiento de la ciudad ha aprobado una nueva normativa que permitirá la inclusión de hasta 660 puntos de carga.

El impulso que supondrá esta nueva regulación permitirá que sean más los que piensen en adquirir un vehículo eléctrico para sus desplazamientos urbanos. La presencia de cargadores de varios tipos en más puntos de Barcelona también ayudará a acercar estos puntos a lugares donde hasta el momento no había ninguno. Una buena distribución de puntos de carga que es muy necesaria si se quiere alcanzar el objetivo de movilidad limpia.

Más oferta de puntos de carga

En la actualidad, el 80,96% de las estaciones de carga se encuentran en aparcamientos públicos. El resto se despliega en las vías urbanas. Hay 460 puntos de carga exclusivos para motos, 372 puntos para vehículos de todo tipo, 50 puntos de carga semirrápida, 10 exclusivos para taxis y 5 para vehículos de transporte de mercancías.

Con esta nueva normativa, se multiplicará por seis la posibilidad de cargar la batería de los coches eléctricos en la capital.También fomentará su uso y será de ayuda para mejorar la movilidad urbana. El texto define tres tipos de instalaciones para carga de vehículos eléctricos: electrolineras, estaciones de carga o cambio de baterías en aparcamientos públicos y espacios de intercambio de baterías.

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Llegan las electrolineras

Con la propuesta municipal los más beneficiados serán los aparcamientos públicos, en los que se abrirán 491 puntos de carga. Otras 51 serán gasolineras y estaciones de servicio transformadas en electrolineras, donde además de servir combustibles tradicionales, se podrá cargar la batería de los vehículos eléctricos de manera muy sencilla y con ventajas para potenciar su uso.

A estas se les unirán las instaladas cerca de las rondas, en los polígonos industriales y en áreas específicas de Gràcia, Horta-Guinardó y Sant Martí. Barcelona se convertirá así en la primera ciudad española que regulará y activará la instalación de electrolineras, algo que se espera que hagan pronto otras capitales del país.