Barómetro de la electromovilidad: España sigue estancada

Los políticos quieren que nos pasemos al coche eléctrico, pero hacen poco por facilitar la transición a la electromovilidad. Al menos esa es la conclusión que podemos extraer del barómetro de la electromovilidad que publica ANFAC para el segundo trimestre del año 2022.

El estudio revela que, tras un moderado crecimiento durante el primer trimestre del año, en el segundo trimestre nos hemos vuelto a estancar, con un aumento de 0,9 puntos en el indicador global de la electromovilidad, para totalizar 14,2 puntos, en el top 3 de los países europeos con un índice más bajo, junto a Hungría y la República Checa. Como referencia, en el Top 3 con mejor índice están Noruega, que alcanza los 170 puntos, los Países Bajos con casi 65 puntos, y Alemania con 45,4 puntos. La media europea es de 29,1 puntos.

Recordemos que el indicador global de la electromovilidad es un índice que mide la penetración del vehículo electrificado y la infraestructura de recarga pública en un país, siempre tomando como referencia un objetivo a medio plazo, que en este caso son los indicadores del PNIEC, el Plan Naciona Integrado de Energía y Clima, para avanzar hacia los objetivos establecidos con 2030 como horizonte. Puede sonar un poco farragoso, pero quédate con el dato: 14,2 puntos para España, terceros por la cola en Europa.

Se venden muy pocos coches eléctricos

Si vamos a datos más concretos, en cuanto al indicador que muestra la penetración del vehículo electrificado, crecemos un punto, para quedarnos nuevamente muy por debajo de la media: 22,7, frente a los 47,4 del conjunto europeo. En los seis primeros meses del año se han matriculado en España 38.124 vehículos electrificados, apenas el 32% de las 120.000 unidades que ANFAC estimaba como necesarias para lograr los objetivos del mencionado PNIEC.

Conviene tener en cuenta que el plan fija un objetivo de un parque de tres millones de turismos electrificados para 2030, una cifra que, a este ritmo, será imposible de alcanzar. Por ello, ANFAC vuelve a pedir al Gobierno medidas para favorecer la electrificación, como una fiscalidad más favorable para los coches eléctricos, o la unificación de trámites para beneficiarse del Plan MOVES III.

Infraestructura de recarga: todavía mucho trabajo por delante

Pero lo más grave de esta situación lo encontramos en la infraestructura de recarga. Es la pescadilla que se muerde la cola: si no hay puntos para recargar, difícilmente los usuarios que no pueden hacerlo en sus casas, que son la gran mayoría, se decidirán por un coche eléctrico.

Durante el segundo trimestre del año, el aumento en este índice es de apenas 8 décimas, para quedarnos con una valoración de 5,6 puntos sobre 100 en el indicador de infraestructura de recarga. No es que la media de la Unión Europea esté como para presumir, pero crece 1,1 puntos para llegar a 10,8 de valoración, casi el doble.

En la actualidad, con el aumento de 1.528 puntos de recarga de acceso público durante el segundo trimestre de 2022, contamos con 15.772 puntos de carga públicos en España. A este ritmo parece no ya poco probable, sino imposible alcanzar los 45.000 puntos que serían necesarios a finales de año para cumplir los objetivos europeos.

Otro factor a tener en cuenta es que la mayoría de los puntos de recarga públicos de los que disponemos en España son de carga lenta, con potencia igual o inferior a 22 kW. Apenas el 17% de la infraestructura actual se corresponde a estaciones de potencia superior a los 22 kW.

Información e infografías: ANFAC

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