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Las baterías de sodio se abren camino también en los hogares
Las baterías de sodio están comenzando a ser utilizadas para varios usos, no solo para la automoción y ya llegan para uso doméstico.
En la actualidad, las baterías mayoritarias son las que utilizan celdas de iones de litio. Pero está llegando una tecnología que se está abriendo paso en la industria de la automoción, la más exigente que requiere baterías funcionales y eficientes. Las baterías de sodio están llegando y han encontrado un nuevo mercado donde introducirse y ofrecer un servicio que convence.
Las baterías de sodio ya están comenzando a ser utilizadas en vehículos eléctricos, pero también en el ámbito del hogar. La compañía Biwatt comenzará a comercializar pronto sus baterías de sodio destinadas a uso residencial este 2024, así que no tardaremos en verlas instaladas en muchas viviendas.
El primer modelo que llegará será el PowerNest W1, que comenzará su distribución en España durante el primer semestre del año. Se trata de una batería de pequeño tamaño, que presenta unas medidas de 600 mm x 880 mm x 165 mm y un peso de 90 kg. Se podrá instalar en cualquier lugar de la vivienda, tanto en el exterior como en el interior.
En el caso de instalarla en exterior, su funcionamiento es mejor que el que ofrece una batería de iones de litio, sobre todo en lo que respecta a las temperaturas más extremas. Pueden funcionar sin problemas con temperaturas de hasta 40ºC bajo cero sin que su capacidad de funcionamiento caiga por debajo del 80%.
También ofrece más estabilidad térmica, lo que redunda en la seguridad del equipo.
Capacidad y precio
La batería PowerNest W1 tiene una capacidad de carga de hasta 4,5 kWh, aunque se puede instalar en combinación con otras tres y conseguir entre todas una carga de hasta 18 kWh. En cuanto a capacidad de salida, cuenta con una salida nominal de 5,5 kW, aunque presenta un pico de 6,5 kW.
El precio de esta batería es de 3.000 euros, un precio que está por debajo de lo cuesta una batería de iones de litio con características similares. Eso sí, son las primeras que se comercializan, así que todavía hay margen para mejorar este precio inicial a medida que avance la tecnología.
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