Las baterías tendrán que retener el 80% de su capacidad durante los primeros cinco años
En 2023 podría entrar en vigor una normativa que obligará a que las baterías conserven el 80% de su capacidad en cinco años.
Tal y como ha manifestado la Comisión Económica de la ONU, se pretende garantizar la vida útil de las baterías de los coches eléctricos. A partir de 2023, las baterías deberán retener el 80% de su capacidad durante los primeros cinco años. Esta nueva ley afectará a los países miembros de la Unión Europea, China e incluso a Estados Unidos. La normativa exigirá que las baterías retengan su capacidad durante cinco años o 100.000 kilómetros y el 70% en ocho años o 160.000 kilómetros.
Esta nueva normativa ha sido acordada por los países durante el Foro Mundial de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, CEPE, para la Armonización de las Regulaciones de Vehículos en Ginebra. Las baterías de los coches eléctricos, al igual que el resto de baterías, sufren una degradación con el paso del tiempo y con los ciclos de carga y descarga. Tiene mucho que ver también la calidad de sus componentes, de su fabricación e incluso de la forma en la que se recarga.
En 2023, las baterías tendrán que garantizar su capacidad, al menos, cinco años
La degradación de las baterías puede convertirse en un problema para los usuarios de coches eléctricos y es que pueden ver mermada la autonomía de su coche. Esto, sin duda, es uno de los problemas que los conductores ven a la hora de comprarse un coche eléctrico. Para resolver este inconveniente, los países que forman el CEPE, han firmado un acuerdo previo que garantizará el proceso y la vida útil de la batería de los coches eléctricos.
Este plan exige realizar una hoja de ruta que incluye la votación de un reglamento para establecer la duración mínima de las baterías en marzo de 2022. Una vez listo, los países que quieran formar parte, tendrán que legislar con la normativa del CEPE. Cabe destacar que el reglamento podría entrar en vigor durante 2023.
La normativa recogerá que la batería debe retener hasta el 80% de su capacidad durante los primeros cinco años o 100.000 kilómetros. En este tiempo, las baterías no podrán perder más del 20% de su capacidad original. Después de ocho años o 160.000 kilómetros, la pérdida de energía no puede superar el 30% de su capacidad original.
El objetivo de esta nueva normativa es evitar la utilización de baterías de mala calidad. Según han informado, esto es crucial «para fortalecer la confianza del consumidor y mejorar el desempeño ambiental de los vehículos eléctricos más allá de sus bajas emisiones». La mayoría de fabricantes ya se compromete a que las baterías mantengan el 70% de su capacidad tras ocho años.
André Rijnders, presidente del Grupo de Trabajo sobre Contaminación y Energía (GRPE), ha apuntado que «según el reglamento propuesto, la información precisa sobre la salud y la capacidad restante de la batería estará disponible gratuitamente para el propietario del vehículo. Esto proporcionará datos valiosos para las transacciones de vehículos eléctricos usados o de segunda mano y para otros cambios de propietario del vehículo».
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