BMW aporta más datos sobre el reciente accidente de un iX en Alemania
El vehículo no era una unidad de pruebas con capacidades avanzadas de conducción autónoma, como se había dicho en un primer momento
El pasado 15 de agosto un grave accidente de tráfico, en el que estuvo implicado un BMW iX, acabó con la vida de una persona y dejó heridas a otras nueve en Alemania. Al parecer, el SUV eléctrico del fabricante bávaro se salió de su carril y fue a parar al contrario, colisionando con otros dos vehículos.
El conductor del BMW iX de 43 años resultó gravemente herido, así como también un niño de tan solo 18 meses que viajaba con él. Lamentablemente una mujer de 33 años que viajaba en otro de los vehículos implicados falleció en el accidente.
Este incidente no habría, sin embargo, ocupado la portada de muchos medios en Alemania, si no fuera porque la policía comunicó en un principio que el BMW iX que provocó el accidente era una unidad en pruebas con capacidades avanzadas de conducción autónoma. No solo eso, la autoridades incluso llegaron a afirmar que no estaban seguros de si en el momento de la colisión había o no un conductor al volante del vehículo.
¿Estamos ante un accidente provocado por el sistema de conducción autónoma de BMW?
Ante el revuelo generado por esta información, BMW ha tenido que salir al paso poniendo encima de la mesa algunos datos que conviene conocer. El fabricante bávaro ha negado rotundamente que el iX implicado fuese un vehículo de pruebas con capacidades avanzadas de conducción autonoma. Se trataba de un modelo de serie, como cualquier otro, y que por tanto contaba únicamente con un sistema de conducción autónoma de nivel 2.
Los sistemas de conducción autónoma de nivel 2 -o mejor dicho en este caso de asistencia a la conducción- requieren que el conductor preste continuamente atención a la carretera y que lleve en todo momento las manos en el volante. El conductor es, por tanto, el único responsable de lo que pueda ocurrir y nunca lo será el propio vehículo, que puede «asistir» al conductor pero nunca tomar el control de forma unilateral.
BMW ha querido dejar claro que esto es precisamente lo que ocurre en su SUV eléctrico, que aunque puede acelerar y frenar por sí mismo, no es capaz de girar el volante en contra de la voluntad del conductor, y únicamente tratará de mantenerse dentro de su carril.
Como era de esperar, la policía alemana ya ha iniciado una investigación y habrá que esperar a las conclusiones que se extraigan de la misma. En cualquier caso, parece bastante probable que la excesiva confianza del conductor en el sistema de asistencia a la conducción de su BMW iX puede ser lo que haya provocado el accidente. No obstante, como ya hemos dicho antes, la responsabilidad recae al cien por cien en el conductor, que debería haber estado más atento ante la posibilidad de que el vehículo no sea capaz de mantenerse en su carril.
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