BMW lanzará su primer coche de hidrógeno en 2028: 500km de autonomía en 3 minutos de recarga
BMW lanzará su primer coche de hidrógeno en 2028, en colaboración con Toyota. El reto: superar la limitada infraestructura de recarga para impulsar esta tecnología.
BMW ha confirmado sus planes para lanzar su primer coche de hidrógeno en 2028, en colaboración con Toyota. Aunque los detalles sobre el nuevo vehículo aún son escasos, BMW ha adelantado que se tratará de una versión basada en un modelo existente, posiblemente el futuro X5. Este proyecto marca una expansión de la colaboración con Toyota, que ya lleva una década vendiendo el Mirai, un coche impulsado por hidrógeno. El nuevo vehículo utilizará la tecnología de celdas de combustible desarrollada en conjunto con la marca japonesa, destacando por su autonomía de 500 kilómetros y tiempos de recarga comparables a los de los vehículos de gasolina. Sin embargo, la infraestructura de recarga de hidrógeno sigue siendo un desafío que ambas compañías buscan abordar a través de iniciativas locales y regionales.
El papel de Toyota y BMW en la tecnología de hidrógeno
La colaboración entre BMW y Toyota no es nueva, y ambas compañías han sido pioneras en el desarrollo de tecnologías basadas en hidrógeno. Toyota ha liderado el camino con su modelo Mirai, que ha estado disponible en el mercado durante más de una década, demostrando la viabilidad de los vehículos impulsados por celdas de combustible. Por su parte, BMW ha estado experimentando con el hidrógeno desde 1979, cuando desarrolló el modelo 520h con un motor de combustión modificado para funcionar con hidrógeno. Ahora, con el lanzamiento de su primer vehículo de hidrógeno a la venta en 2028, BMW planea aprovechar su experiencia previa y las innovaciones tecnológicas conjuntas con Toyota.
El BMW iX5 Hydrogen, un prototipo basado en el X5, ya forma parte de una pequeña flota de prueba que opera desde 2023. Este SUV cero emisiones está equipado con dos tanques de hidrógeno hechos de plástico reforzado con fibra de carbono, lo que le permite alcanzar una autonomía de 500 kilómetros según el ciclo WLTP. Lo más notable es que el tiempo de recarga de hidrógeno es de apenas tres a cuatro minutos, similar al de los coches de gasolina o diésel, lo que podría hacer que la adopción de esta tecnología sea más atractiva para los conductores en el futuro.
Desafíos e infraestructura del hidrógeno
A pesar de las promesas tecnológicas del hidrógeno como alternativa a los combustibles fósiles y a los vehículos eléctricos tradicionales, hay un obstáculo significativo: la infraestructura de recarga. Actualmente, en muchas regiones del mundo, las estaciones de hidrógeno son prácticamente inexistentes, lo que limita la viabilidad de los vehículos de hidrógeno para el mercado masivo. Este problema ha sido reconocido tanto por BMW como por Toyota, que están trabajando en iniciativas colaborativas para expandir la red de estaciones de recarga de hidrógeno en áreas clave.
A medida que se acerca la fecha de lanzamiento de 2028, BMW y Toyota están buscando proyectos regionales y locales para impulsar el desarrollo de esta infraestructura. A pesar de estos esfuerzos, los expertos anticipan que la adopción generalizada del hidrógeno podría ser lenta, con los vehículos inicialmente disponibles solo en regiones donde la red de recarga esté suficientemente desarrollada. Aun así, las dos compañías están comprometidas con el futuro del hidrógeno, confiando en que los avances tecnológicos y el desarrollo de la infraestructura permitirán superar las barreras actuales.
Con la vista puesta en el futuro, BMW y Toyota esperan que su alianza en la tecnología de celdas de combustible impulse una transición más fluida hacia un transporte más limpio y sostenible.
El hidrógeno como alternativa clave para BMW
BMW ha mantenido una visión clara sobre el papel del hidrógeno en el futuro de la movilidad sostenible. Aunque la mayoría de los fabricantes de automóviles han apostado principalmente por vehículos eléctricos con baterías, BMW considera que la tecnología de celdas de combustible a base de hidrógeno es crucial para complementar esa estrategia. En particular, los ejecutivos de la compañía creen que el hidrógeno es ideal para vehículos grandes y de largo alcance, donde las limitaciones de las baterías son más evidentes.
Una de las principales ventajas del hidrógeno es la rapidez de recarga, lo que podría cambiar la percepción de los consumidores que buscan la conveniencia de repostar en pocos minutos, similar a lo que ocurre con los vehículos de combustión interna. Este factor se convierte en un argumento importante en regiones donde la infraestructura para coches eléctricos no es lo suficientemente robusta o donde los consumidores demandan alternativas con mayor autonomía.
La colaboración con Toyota, que ha acumulado experiencia en hidrógeno con el lanzamiento del Mirai, refuerza la confianza de BMW en que esta tecnología tiene un futuro sólido. Aunque ambas marcas comparten conocimientos y tecnologías, BMW se esfuerza por desarrollar un producto distintivo que no sea simplemente una adaptación de un modelo existente. Su enfoque en la innovación, manteniendo el ADN de la marca, es un punto clave en su estrategia para liderar la transición hacia vehículos de hidrógeno.
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