Nuevo BMW Serie 4 Coupé: cuatro razones para elegir diésel frente a gasolina
Una vez que BMW ha desvelado los precios del nuevo Serie 4 Coupé, vuelve la eterna duda: ¿gasolina o diésel? La respuesta es fácil, sigue leyendo.
El nuevo BMW Serie 4 Coupé es uno de los coches del momento. El revolucionario diseño de su parrilla frontal está dando mucho más que hablar que aspectos tecnológicos como las novedades que aporta en el plano mecánico, por ejemplo.
Pero la versión coupé del BMW Serie 3 ya es una realidad, y llegará a los concesionarios en octubre. Mientras tanto, BMW ha desvelado los precios de la gama de lanzamiento, con tres versiones a elegir con motorizaciones de gasolina, y un único diésel.
Precios gama de lanzamiento BMW Serie 4 Coupé
- 420i (184 CV): 48.400 €
- 420d (190 CV): 49.350 €
- 430i (258 CV): 52.500 €
- M440i xDrive (374 CV): 74.300 €
La versión más potente, el M440i xDrive, es el único con motor de seis cilindros y con tracción total xDrive. En 2021se unirá el M440d xDrive, también con seis cilindros y tracción total, pero diésel. Las otras tres variantes mecánicas son de 4 cilindros. Y la duda razonable se plantea entre las dos versiones de acceso, el 420i de gasolina y el 420d turbodiésel.
Sin desmerecer para nada al motor de gasolina, que es fantástico en rendimiento y suavidad de funcionamiento, e incluso ofrece una relación entre prestaciones y consumo de lo más favorable de su categoría, te damos cuatro razones por las que en este caso recomendamos dirigir las miradas al diésel.
1.- Precio: apenas 1.000 euros de diferencia
La primera razón es el precio. Los 950 euros de diferencia es una cifra muy inferior a la que solemos encontrar cuando se comparan motores gasolina y diésel con potencia similar, donde los diésel todavía suelen ser más caros.
No hay “truco”, es un tema de impuestos. Como veremos más adelante, el diésel se beneficia de la tecnología microhíbrida (otro de los argumentos para elegirlo), y por su nivel de emisiones el BMW 420d queda exento de pagar el Impuesto de Matriculación, mientras que el 420i tiene un 4,5%.
2.- Prestaciones: sensaciones frente a cifras
Nos vamos a la segunda razón: las prestaciones. Por el hecho de ser un coupé, al que se le exige cierta deportividad, podría parecer que encaja mejor el motor de gasolina. Y en cierto modo es verdad, si nos centramos únicamente en el tacto más refinado y en su mayor capacidad para subir de vueltas.
Pero las cifras nos revelan que el 420d es incluso más rápido que el 420i si analizamos las prestaciones. En concreto, 4 décimas menos para acelerar de 0 a 100 km/h, ejercicio en el que el diésel para el cronómetro en 7,1 segundos. Los dos anuncian una velocidad máxima de 240 km/h.
Por cierto, mencionar aquí que el motor 2.0 turbodiésel de 190 CV de BMW es, dentro de los cuatro cilindros de este nivel de potencia, el que ofrece un tacto más deportivo en la categoría. Dicho de otra forma: el que más se acerca en sensaciones cuando lo conduces a lo que esperarías de un diésel.
3.- Consumo: el diésel gana por goleada
A nadie la amarga un dulce. Y si, como hemos visto, elegir el diésel no supone renunciar a prestaciones frente al gasolina, sino incluso al contrario, qué decir del consumo. El diésel es imbatible en utilización cotidiana… e inalcanzable cuando se trata de conducir de forma deportiva.
La cifra homologada en el consumo combinado WLTP nos habla de casi 2 litros de diferencia cada 100 km a favor del diésel. Puedes estar seguro de que, en utilización real, la cifra superará esos 2 litros en conducción normal. Añade entre 1 y 1,5 litros más de diferencia cada 100 km si decides conducir en modo “sport”.
4.- El argumento definitivo a favor del diésel: la etiqueta ECO
Por último, el argumento que bien podría haber sido el primero: la etiqueta ECO. En efecto, el 420d cuenta con tecnología de hibridación ligera o microhibridación Mild Hybrid (MHEV), que no tiene la versión de gasolina de 4 cilindros. Paradójicamente, sí la incorpora el más potente, el M440i. Y también la tendrá el futuro diésel de seis cilindros.
Esta tecnología es, en gran parte, la causante de que el 420d tenga unos consumos más bajos y quede exento del impuesto de matriculación. Pero lo que será realmente definitivo para muchos es poder beneficiarse de todas las ventajas que conlleva la etiqueta ECO a la que le da derecho.
Entonces… ¿el diésel no tiene desventajas?
Sí, las tiene. Todas las asociadas a los motores turbodiésel que utilizan filtro de partículas y sistemas de inyección de Adblue, que hemos comentado en infinidad de ocasiones. Y ya sabes lo que hay que hacer para evitar los problemas que causan estos dispositivos: no utilizar el coche sólo en recorridos urbanos o trayectos muy cortos, y salir a carretera.
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