Bollinger Motors afronta una fase definitiva para su futuro inmediato
Bollinger Motors se planta ante una etapa crítica en su futuro para la cual espera una inversión que respalde la inversión que su creador acaba de realizar
2021 será el año de las camionetas eléctricas, con un catálogo en constante crecimiento, las pick-ups eléctricas serán una de las mayores atracciones para la industria de la automoción durante el próximo y cercano nuevo ejercicio donde el fabricante Bollinger Motors afronta actualmente un paso crítico para disponer en un plazo próximo a 12 meses los vehículos B1 y B2 junto con un nuevo producto que ofrecerá a sus clientes.
Con la adquisición de los terrenos, infraestructura, ingeniería, patentes e, incluso, el fichaje del que fuera una de las figuras más destacadas de Bordrin New Energy Vehicle Corp., otra empresa emergente dentro de la nueva movilidad eléctrica que ha quebrado, Jerry Lavine, Robert Bollinger, director ejecutivo y, sobre todo, creador de la empresa que lleva su apellido como nombre, ha decidido apostarlo todo en la asunción de las cenizas de Bordrin con el fin de que, este proyecto, dé el definitivo salto hacia la producción en serie de sus vehículos.
Así, junto con los ya anunciados Bollinger B1, el todoterreno, y Bollinger B2, la caminoneta, eléctricos, el empresario y emprendedor ha declarado a Automotive News que, de una parte, Bollinger Motors está en puertas de anunciar el acuerdo con un nuevo inversor que permita dar solvencia económica a la construcción de los vehículos ya expuestos.
A la vez, dada dicha entrada de capital, permitiría llevar a cabo la expansión de los productos fabricados y comercializados por Bollinger donde, además de los citados vehículos con naturaleza eléctrica para uso off-road, se sumaría un tercer miembro dentro del catálogo.
Para 2021, Robert Bollinger establece un objetivo realistas de fabricar de 2.000 a 3.000 automóviles al año. El precio de venta de los mismos, próximos a los 125.000 dólares, supone ofrecer un vehículo orientado a un público muy concreto, algo que resulta un factor decisivo en las aspiraciones de un constructor de vehículos de nuevo cuño, tecnología de vanguardia y coste moderado.
No hay dos sin tres
Junto con los B1 y B2, Bollinger podría asegurar la fabricación de un chasis nuevo, el que dé lugar a la construcción de una camioneta eléctrica destinada a un uso estrictamente comercial basada en el B2.
Una ampliación de la oferta actual depende de la disponibilidad económica que permitiera aumentar los productos de Bollinger, incluso antes de que las primeras unidades de producción de los todoterrenos ya anunciados pero según el responsable de la marca, el acuerdo se encuentra en una fase muy avanzada.
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