Paneles solares: una inversión rentable y sostenible para el futuro
¿Caldera de gas o bomba de calor? Descubre cuál es más eficiente y contamina menos
La bomba de calor llega para sustituir a las calderas de gas, porque consume menos y genera muchas menos emisiones contaminantes.
Es posible que hayas oído que hay una alternativa a las calderas de gas muy atractiva para conseguir una vivienda más confortable y conseguir una buena temperatura durante el invierno. Las bombas de calor ofrecen calefacción de manera más eficiente y permite algo muy importante para el usuario: un ahorro considerable en su uso.
La bomba de calor se está imponiendo en los hogares de muchas viviendas en todos los países europeos, ya que además de su eficiencia, permite reducir mucho las emisiones contaminantes. Olvidémonos de las emisiones de gas quemado que provocan las calderas de gas o gasóil. Al funcionar con electricidad, es una garantía de bajas emisiones.
Menor consumo y mayor eficiencia
Las bombas de calor extraen el calor del ambiente, gracias a la unidad exterior y la trasladan al interior de la vivienda a través del split. Además, ese calor obtenido del ambiente exterior también se puede utilizar para obtener agua caliente, así que cumple con las dos funciones que tiene la caldera de gas.
En comparación, si una vivienda con una caldera de gas necesita 12.000 kWh al año para calentar la vivienda, en igualdad de condiciones, la bomba de calor solo necestia 4.000 kWh. Esto representa un ahorro considerable al cabo del año y una mayor eficiencia. Esta llega al 100%, algo que las calderas de gas o gasóil no consiguen ni con la categoría más alta.
Otra de las ventajas que ofrecen las bombas de calor es la seguridad. Al no quemar combustible, no representan peligro para los usuarios. Además, el consumo de energía de la bomba de calor puede ir asociado a unos paneles solares, por lo que el ahorro se incrementa si se utiliza energía renovable.
Por contra, el precio de una bomba de calor es bastante elevado, pero el ahorro de energía y la eliminación de gases contaminantes lo convierte en un buena alternativa. No solo ofrecen la posibilidad de calentar la vivienda, sino que también funcionan como aire acondicionado, así que con la instalación de un equipo se cubre también esta necesidad.
Adiós a las calderas de gas
Además, se ha aprobado el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030), que va a prohibir el uso de calderas de gas. España ha conseguido retrasar dos años la aplicación de esta normativa, pero las nuevas construcciones ya dejan de instalar estas calderas y apuestas por otros sistemas, como la bomba de calor.
Sin embargo, nuestro país está a la cola en cuanto a la instalación de estos dispositivos de calefacción. Esto supondrá un problema a la hora de conseguir el certificado medioambiental de una vivienda, ya que las que tengan una caldera de gas o gasóil no podrán obtenerlo.
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