El CEO de Shopify: “contrata IA, no humanos»

El CEO de Shopify exige probar IA antes de contratar personal, integrándola como estándar en desempeño, diseño y desarrollo de productos.
Shopify ha institucionalizado una política radical: ningún equipo podrá contratar a más personal sin justificar por qué la inteligencia artificial no puede hacer ese trabajo. Así lo anunció Tobi Lütke, CEO de la compañía, en un memorando difundido el 7 de abril de 2025. Con esto, Shopify formaliza su estrategia “IA-Primero”, donde se espera que los empleados consideren agentes autónomos como parte integral de sus equipos. La medida redefine la gestión del talento en una de las mayores plataformas de comercio electrónico del mundo y plantea una pregunta inquietante: ¿qué papel queda para los humanos en la economía del software?
“Contrata una IA antes que a un humano”
La nueva política interna de Shopify obliga a todos los equipos a justificar por qué necesitan nuevas contrataciones si no han explorado antes soluciones con inteligencia artificial. El CEO Tobi Lütke fue claro en su comunicado: “La IA debe ser considerada una capa fundamental del stack de software, igual que el backend o el diseño”. Y añadió una frase que podría marcar época en el mundo empresarial: “contrata una IA antes de contratar a un humano.”
Esto significa que la adopción de IA ya no es opcional dentro de la empresa. La competencia en inteligencia artificial será medida formalmente en las evaluaciones de desempeño, en las revisiones entre compañeros y en los procesos de promoción interna. Lütke dejó claro que optar por no desarrollar habilidades de IA “no es una estrategia viable” para nadie que trabaje en Shopify.
La compañía de e-commerce, valorada en más de 100.000 millones de dólares, busca acelerar su eficiencia operativa y reducir su dependencia de la contratación de talento humano en un mercado laboral volátil. Para ello, promueve el uso de agentes autónomos que actúen como asistentes, tutores, analistas y programadores dentro de los equipos.
La IA como colega, no como herramienta
Shopify está transformando a la inteligencia artificial en un miembro más del equipo. No se trata solo de automatizar tareas repetitivas, sino de integrar agentes inteligentes en todas las etapas del ciclo de desarrollo de producto. Desde la redacción de código hasta la creación de prototipos, pasando por el análisis de datos y la redacción de contenido, la IA ya está presente en la mayoría de los flujos de trabajo.
Los empleados son alentados activamente a documentar y compartir sus flujos de trabajo asistidos por IA, generando una cultura de innovación colectiva. La empresa ha adoptado herramientas que permiten usar la IA como “crítico experto” en procesos creativos, como generador de líneas de asunto para correos o como soporte técnico para comerciantes. En todos los casos, la expectativa es que cada empleado domine el uso de estas capacidades en su área.
Este cambio de paradigma organizacional transforma la manera en que se entiende el trabajo mismo: la IA ya no es una herramienta al servicio del empleado, sino un compañero evaluado por su productividad y rendimiento.
Evaluación, rendimiento y cultura empresarial
Shopify ha ido más allá al convertir la relación con la IA en un criterio formal de rendimiento. El uso eficaz de herramientas de inteligencia artificial será considerado en promociones, bonos y evaluaciones anuales. Esto introduce una presión estructural hacia la alfabetización tecnológica, empujando incluso a perfiles no técnicos a familiarizarse con modelos generativos, chatbots personalizados y automatización avanzada.
La nueva política también redefine lo que significa ser un buen colaborador dentro de la empresa. Ahora se espera que los trabajadores demuestren no solo resultados, sino también innovación en el uso de IA. El dominio de estas herramientas se ha convertido en una habilidad transversal, tan fundamental como saber usar hojas de cálculo o entender principios básicos de diseño UX.
En palabras del propio Lütke: “La IA no reemplaza a las personas; reemplaza a los trabajos que no evolucionan.” Bajo esta premisa, la empresa no reduce plantilla de forma directa, pero introduce mecanismos internos que priorizan la eficiencia sobre la expansión de personal.
Casos concretos: productividad aumentada
El despliegue de inteligencia artificial en Shopify no es teórico: ya ha demostrado impactos medibles en productividad y velocidad de desarrollo. Por ejemplo, la implementación de modelos generativos para responder preguntas de comerciantes ha reducido los tiempos de atención al cliente en un 40%. Herramientas de generación automática de descripciones de productos han sido adoptadas masivamente por tiendas que usan la plataforma.
Los ciclos de creación de prototipos también se han reducido significativamente gracias a asistentes de IA entrenados con datos internos. En áreas de desarrollo de producto, algunos equipos han logrado pasar de una idea a una versión beta en menos de una semana, algo impensable con metodologías tradicionales.
Estos resultados han sido usados internamente para justificar la política IA-Primero como una ventaja competitiva y no solo una decisión económica. “La IA es velocidad, y la velocidad es nuestra ventaja”, escribió Lütke.
Riesgos y tensiones internas
Aunque públicamente la estrategia ha sido celebrada como visionaria, internamente también ha generado tensiones. Algunos empleados expresaron inquietudes sobre el ritmo de cambio y la presión por adaptarse rápidamente a herramientas con las que no están familiarizados. Otros temen que el criterio de “usar IA o justificar por qué no” termine desplazando a profesionales valiosos que aún están aprendiendo.
También existen preguntas éticas sobre la carga emocional del nuevo entorno laboral. Convertir a la IA en un factor de rendimiento puede deshumanizar parte del proceso creativo o generar una competencia implícita entre humanos y algoritmos. Shopify aún no ha detallado cómo manejará estos conflictos culturales, aunque ha prometido formación continua y espacios de apoyo para la transición.
La era del trabajo aumentado… o reemplazado
Shopify no solo está adoptando inteligencia artificial: está rediseñando la relación entre empresa, trabajador y tecnología. En vez de incorporar IA como una ayuda silenciosa, la convierte en una condición estructural del empleo. Si este modelo se impone, miles de empresas podrían replicarlo, transformando la contratación, la formación y la gestión del talento en todo el sector tecnológico.
La gran pregunta no es si la IA reemplazará a los trabajadores, sino a cuántos empleos actuales ya los está reemplazando sin que lo notemos. Cuando se exige justificar la contratación de un humano, se establece un nuevo umbral de valor individual: ¿qué puede hacer un ser humano que no pueda hacer una IA más rápido, más barato y sin descanso?
El modelo Shopify sugiere un futuro donde los agentes autónomos serán parte natural de cualquier equipo de trabajo. Pero también exige que los humanos nos reinventemos continuamente. Porque, en esta nueva economía, el único empleo seguro es el que evoluciona más rápido que la máquina que viene a reemplazarlo.
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