Coches eléctricos usados son ahora más baratos que los híbridos y de gasolina
Los coches eléctricos usados caen un 25% en un año, siendo más baratos que los híbridos y de gasolina, con pagos asequibles para familias de ingresos medios.
Los precios de los coches eléctricos usados en Estados Unidos han caído significativamente en 2024, superando a los coches híbridos y de gasolina en términos de asequibilidad. El precio promedio de un coche eléctrico usado ronda los $26,839, lo que representa una caída del 25% en un año. Esta baja ha llevado a que el pago mensual promedio esté cerca de $400, una cifra accesible para hogares de ingresos medios. Aunque los compradores buscan aprovechar estas oportunidades, la disponibilidad de infraestructura de carga sigue siendo un desafío para algunos.
Los coches eléctricos usados ganan terreno
El mercado de coches usados ha vivido un cambio inesperado en 2024: los vehículos eléctricos, que hasta hace poco se consideraban una opción más costosa, se han vuelto más asequibles que sus equivalentes híbridos y de gasolina. Según datos de iSeeCars, en agosto el precio promedio de un coche eléctrico usado cayó a $26,839, una cifra significativamente menor que los $30,292 de los coches de gasolina y los $29,759 de los híbridos. Esta caída del 25% en el valor de los eléctricos ha sido especialmente notable en modelos como el Tesla Model 3, el Kia Niro EV y el Nissan Leaf, cuyos precios bajaron más del 20% en un año.
El fenómeno tiene su origen en la sobreoferta de coches nuevos en el mercado, en parte debido a la desaceleración en las ventas de vehículos eléctricos. Las dudas sobre la autonomía de los coches eléctricos y la insuficiente infraestructura de carga han hecho que los consumidores se muestren cautelosos. Esto ha generado un exceso de inventario, lo que a su vez ha provocado descuentos en los concesionarios y una disminución en el valor de los vehículos eléctricos en el mercado de segunda mano. Según un informe de Edmunds, la acumulación de vehículos en los lotes ha sido el catalizador de estos recortes de precios, lo que ha permitido que los coches eléctricos usados se conviertan en una opción de compra más accesible.
Precios accesibles y más rapidez en la venta
Este descenso en los precios ha hecho que los coches eléctricos usados ahora se vendan más rápido. Mientras que en septiembre de 2023 un coche eléctrico tardaba en promedio 55.3 días en venderse, ese plazo ha disminuido a 38.6 días en 2024, casi al mismo ritmo que los coches de gasolina y los híbridos. La mayoría de estos vehículos usados se ubican ahora en el rango de precios de $20,000 a $30,000, lo que los coloca al alcance de más compradores, especialmente aquellos que buscan una alternativa más económica a los coches nuevos.
La caída en el valor de los coches eléctricos también ha mejorado su atractivo para quienes buscan pagos mensuales asequibles. Aunque el pago promedio de un coche sigue siendo alto, alrededor de $737 al mes, el nuevo precio de los eléctricos usados, combinado con tasas de interés promedio del 13.9% y un pago inicial del 20%, puede bajar esa cifra a entre $400 y $500 al mes en un préstamo de 60 meses. Esto acerca a los coches eléctricos a un segmento de consumidores de ingresos medios, que tradicionalmente buscan pagos mensuales más manejables.
Una oportunidad para los compradores, pero con desafíos
A pesar de la caída en los precios, la asequibilidad de los coches eléctricos usados no es la única consideración para los compradores. Como señala Karl Brauer, analista ejecutivo de iSeeCars, aunque el precio más bajo hace que los vehículos eléctricos sean más atractivos, persisten dudas sobre la infraestructura de carga. Los conductores que recorren largas distancias de manera habitual o aquellos que no tienen fácil acceso a una estación de carga en casa pueden ver limitado el atractivo de estos vehículos. Aunque los coches eléctricos pueden ser ideales para quienes viven en zonas urbanas con puntos de recarga o para quienes tienen un estilo de vida que no depende de viajes prolongados, el miedo a quedarse sin batería en el camino sigue siendo una barrera significativa para otros consumidores.
Por otro lado, las preocupaciones sobre la depreciación de los coches eléctricos, especialmente en un mercado donde los precios han caído un 25% en un año, pueden hacer que algunos compradores sean cautelosos. Los vehículos eléctricos tienden a perder valor más rápido que los de gasolina, en parte debido a la rapidez con la que avanza la tecnología de las baterías, lo que puede hacer que los modelos más antiguos queden desfasados.
Sin embargo, una opción que algunos consumidores están considerando es el leasing, que reduce el riesgo de depreciación y permite obtener un vehículo eléctrico a un menor costo mensual. Según Edmunds, las ofertas de leasing para coches eléctricos, como el Nissan Leaf por $109 al mes durante 36 meses o el Hyundai Ioniq 5 por $199 al mes durante 24 meses, se están volviendo cada vez más populares entre los compradores que buscan evitar los riesgos asociados con la compra de un vehículo usado.
El futuro del mercado de coches eléctricos usados
A largo plazo, el mercado de coches eléctricos usados podría beneficiarse de una infraestructura de carga más robusta, especialmente a medida que gobiernos y empresas privadas invierten en estaciones de recarga rápidas y más accesibles. Esto podría aumentar la confianza de los compradores y reducir el temor a la falta de autonomía. Las ciudades y las zonas suburbanas, donde la expansión de la red de carga es más factible, probablemente vean un aumento en la adopción de estos vehículos en el mercado de segunda mano.
Sin embargo, el factor clave para la adopción masiva de coches eléctricos usados será el precio. Con los coches nuevos todavía fuera del alcance de muchos consumidores debido a precios que siguen siendo un 30% superiores a los niveles previos a la pandemia, los modelos usados presentan una oportunidad para quienes buscan una opción más económica y sostenible.
Si los precios de los vehículos eléctricos continúan descendiendo y se mantienen por debajo de los coches de gasolina e híbridos, es probable que la tendencia a favor de los eléctricos se afiance, especialmente entre compradores más conscientes del medio ambiente y aquellos que priorizan el ahorro a largo plazo en combustible y mantenimiento. A medida que el mercado evoluciona, los fabricantes y concesionarios deberán adaptarse, no solo ofreciendo precios competitivos, sino también brindando soluciones a las barreras que aún persisten, como la autonomía limitada y la infraestructura de carga insuficiente.
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