Los concesionarios alemanes se quedan sin stock de coches eléctricos debido a la alta demanda
Los concesionarios de Alemania están abrumados ante la alta demanda de coche eléctrico, cuyo stock se ha visto fuertemente reducido.
El coche eléctrico es una realidad nos guste o no. Sin embargo, es cierto que, de momento, requerimos de un asentado contexto para gozar de todas sus virtudes y disminuir la insistencia de sus defectos. Esto se está consiguiendo con éxito en Alemania, país donde los concesionarios están experimentando una importante falta de stock debido a la alta demanda fomentada por las diferentes ayudas del Gobierno y también por las complicaciones para recibir suministros tal y como le sucede a Tesla con el Model 3.
Y es que esta situación no es sorprendente si tenemos en cuenta los datos que maneja Alemania en lo que a ventas de coches eléctricos se refiere. Según datos recogidos por Autonews de la DGT alemana (KBA), en el año 2020 las ventas de este sector se triplicaron, dejando un registro de 194.163 unidades vendidas.
En los primeros compases de este 2021 la situación no cambió, ofreciendo unos datos aún más optimistas como claro indicio de que este año cerrará con una mejor cifra. Esto se debe a las jugosas ayudas que ofrece el Gobierno alemán, el cual lleva incentivando con ímpetu la compra de coches eléctricos desde el año 2019 con diferentes ventajas para aquellos que lo adquiriesen.
En una primera instancia, se ofrecía un bono ayuda para las compras de coches con baterías cuyo precio no superase los 40.000 euros de 4.000 euros. Sin embargo, más adelante se aumentó esta ayuda hasta los 6.000 euros, provocando importantes descuentos en un sector cuyo principal handicap es un precio considerablemente más elevado que el de un vehículo de combustión; pero la cosa no termina ahí.
Otro punto muy atractivo de la normativa alemana en lo que a coches eléctricos se refiere es que los coches eléctricos quedan exentos de impuestos hasta el 31 de diciembre de 2025, fecha aproximada que tienen muchas marcas para electrificar por completo su gama de modelos. Esto ha conseguido que se disparen las ventas de diferentes modelos, principalmente del Opel Mokka-e, cuya producción ya está saturada.
Sin embargo, la escasez de semiconductores, las fuertes nevadas y la pandemia han trabajado de forma conjunta para desequilibrar la presencia de los coches eléctricos en los concesionarios. No obstante, Alemania tiene esperanzas en que este sector alce de nuevo el vuelo con una continúa subida que derivará en el objetivo de los germanos: tener 10 millones de coches eléctricos rodando por sus carreteras en el año 2030, lo que implicará que un gran porcentaje del parque móvil estará electrificado.
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