¡Cuidado! Los cables para cargar tu coche eléctrico pueden darte una (desagradable) sorpresa

La carga de los coches eléctricos es algo que suele crear alguna controversia, sobre todo en un país donde las infraestructuras son todavía muy precarias. Es en los últimos meses cuando estamos viendo como se están inaugurando varias estaciones de carga, muchas de ellas con una potencia bastante considerable. Hasta que no han llegado los últimos modelos hace unos años, la carga de las baterías era escasa y no permitía mucha autonomía.

Ese es el motivo por el que muchos coches eléctricos de la primera generación cargaban en postes con una potencia bastante limitada. Los coches estaban conectados durante varias horas y no hacía falta que hubiera mucha potencia para dar vida a la batería. Hoy, eso ha cambiado bastante.

La presencia de cargadores de alta potencia hace que los cables que se ofrecían en esos primeros modelos eléctricos ya no se ofrezcan en la compra. O, al menos, que se incluyan como método de emergencia para una carga lenta. Los cables que soportan la potencia de carga que permiten estos cargadores nuevos y los modelos más modernos se venden aparte y eso crea un problema.

Cables de baja calidad

La mayoría de los cables que se venden cumplen con las especificaciones que se necesitan para soportar estas potencias. Pero hay ocasiones en los que se están vendiendo cables muy económicos que no ofrecen toda la seguridad necesaria durante el proceso.

Un estudio realizado por la asociación Charity Electrical Safety, que trabaja para promover la seguridad en los dispositivos eléctricos en el trabajo y el hogar, desvela que hay muchos cables que no son seguros. Se han estudiado varios cables a la venta en Amazon y eBay, que tras ser evaluados, han demostrado que no resultan seguros a la hora de cargar el coche eléctrico del comprador.

Estos cables, que de entrada son bastante más baratos que otros, presentan deficiencias en lo que respecta a su resistencia y fiabilidad. Muchos de estos cables se fabrican en China y no son fiables, ya que son de baja calidad. Esto puede hacer que se sobrecalienten demasiado y produzcan cortocircuitos.

También ofrecen una protección muy baja frente a los rayos UV, así que no son prácticos para su uso en exteriores. Tampoco están bien impermeabilizados, así que tampoco son adecuados para usar si hay agua. El uso de estos cables suele justificarse por un precio mucho menor que los cables de marca acreditada, así que pueden destacar en las plataformas que las vende.

Por el momento, tanto Amazon como eBay han retirado varios de estos productos de la venta. Pero, aunque han tomado esta decisión, no dejan de ser dos plataformas donde las empresas venden sus productos y no tienen control sobre lo que venden.

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Lo barato sale caro

Esta máxima, que se puede aplicar a muchos aspectos, también sirve para los cables de carga para los coches eléctricos. No hay que fiarse de productos excesivamente baratos, ya que estos pueden esconder una baja calidad y provocar que haya problemas a la hora de ser utilizados para cargar unos coches eléctricos que tienen unas demandas de energía bastante elevadas.