Degradación del suelo: una amenaza urgente para la humanidad alerta Arabia Saudita

Alberto Noriega     12 noviembre 2024     6 min.
Degradación del suelo: una amenaza urgente para la humanidad alerta Arabia Saudita

Arabia Saudita advierte sobre la degradación del suelo como una amenaza global y prepara cumbre para discutir soluciones en diciembre.

La degradación de suelos amenaza la vida humana y la economía global, según advirtió el gobierno de Arabia Saudita, anfitrión de la próxima cumbre sobre desertificación en Riad. El viceministro de Medio Ambiente, Osama Faqeeha, señaló que el deterioro de tierras ya cuesta 6 billones de dólares anuales, afectando la producción agrícola y la salud nutricional de niños. Arabia Saudita busca movilizar compromisos de restauración de tierras degradadas y financiación privada en esta conferencia, marcada por tensiones sobre el rol del país en la crisis climática.

Arabia Saudita y la crisis de los suelos

La degradación de tierras, un problema que afecta al 55% de los países y más de 2 mil millones de hectáreas, está destruyendo ecosistemas esenciales y amenazando la vida humana. Este diciembre, Arabia Saudita organizará la próxima Conferencia de las Partes (COP) de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (UNCCD) en Riad, con el objetivo de enfatizar la urgencia de frenar la pérdida de tierras fértiles y restaurar suelos degradados. Según Osama Faqeeha, viceministro saudí de Medio Ambiente, la cumbre pretende abordar temas como la seguridad alimentaria, la gestión del agua y la conservación de la biodiversidad, en un intento por conectar a las naciones con los efectos globales de una crisis que afecta tanto a regiones áridas como a países fértiles.

Faqeeha subraya que la cumbre es “una oportunidad para recordar al mundo nuestra conexión esencial con la tierra.” El evento reunirá a ministros, jefes de estado y representantes del sector privado, con la intención de captar inversión y compromisos concretos para restaurar las tierras degradadas. Arabia Saudita, históricamente criticada por su rol en las negociaciones climáticas, busca ahora convertirse en un facilitador de soluciones para la desertificación, una amenaza que impacta directamente a la región y también a otras zonas vulnerables del planeta. Este enfoque amplio y neutral sobre la crisis del suelo distingue a la COP de desertificación de los encuentros más mediáticos sobre cambio climático y biodiversidad, donde el país ha enfrentado presiones para reducir su dependencia del petróleo.

Chuquicamata, Chile 1984

El impacto global de la degradación de tierras

El deterioro del suelo tiene implicaciones directas en la economía y en la salud humana. Según el gobierno saudí, la degradación de tierras implica una pérdida de $6 billones anuales para la economía mundial, al reducir la productividad agrícola, interrumpir los suministros de agua y afectar la calidad nutricional de los alimentos. Esta crisis también influye en la salud infantil, pues los suelos pobres en nutrientes producen alimentos menos nutritivos, lo que impacta negativamente en el desarrollo de los niños. Los expertos advierten que, de no tomarse medidas, el área de tierras degradadas podría triplicarse para 2050, agravando las dificultades de adaptación y supervivencia en varias regiones.

En esta COP de desertificación, Faqeeha espera que los países hagan compromisos específicos para restaurar áreas severamente degradadas y mejoren las prácticas de gestión del suelo. La ONU estima que una gestión adecuada de las tierras podría reducir la frecuencia de sequías, inundaciones y otros eventos extremos que están siendo exacerbados por el cambio climático. Sin embargo, la falta de fondos y políticas adecuadas ha limitado la implementación de estos objetivos en muchos países, que dependen de financiamiento internacional para ejecutar programas de restauración de suelos. Arabia Saudita, por su parte, busca que la iniciativa privada desempeñe un papel fundamental en el financiamiento de estos proyectos, en lugar de depender exclusivamente de aportes gubernamentales.

Tensiones sobre el vínculo con la crisis climática

A pesar del impacto claro de la crisis climática en la desertificación y la alteración de los ciclos hídricos, Arabia Saudita ha evitado ligar la COP de desertificación a sus compromisos climáticos. Este enfoque limitado ha suscitado críticas de expertos como Harjeet Singh, director de la Iniciativa por un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, quien afirmó que la cumbre debería abordar de manera directa la relación entre la desertificación y el cambio climático. Singh y otros analistas sostienen que el país, como uno de los mayores productores de petróleo, debería tomar medidas más audaces, incluyendo la transición hacia energías sostenibles y la reducción de emisiones, en lugar de centrarse exclusivamente en iniciativas de reforestación y restauración de tierras.

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Arabia Saudita, no obstante, planea mantener un enfoque exclusivamente en la degradación del suelo, sin mencionar su rol en la crisis climática mundial. “Esta COP no trata sobre Arabia Saudita, sino sobre los desafíos globales,” explicó Faqeeha. Sin embargo, en la COP29 de cambio climático que se celebrará en Azerbaiyán este mismo mes, Arabia Saudita y otros estados petroleros enfrentarán presiones de países desarrollados para que contribuyan con fondos destinados a la mitigación del cambio climático en naciones vulnerables. Aunque la postura del país en este aspecto aún es incierta, Faqeeha confirmó que la COP de desertificación en Riad se centrará en la gestión de tierras y en atraer financiamiento privado.

Compromisos de restauración y el rol del sector privado

Arabia Saudita, un país altamente afectado por la desertificación, considera que Riad es un lugar ideal para albergar esta cumbre. Entre sus proyectos locales, el gobierno ha iniciado esfuerzos de restauración como el Sistema de Terrazas del Mar Rojo, que busca conservar el agua de lluvias en zonas montañosas, y la Iniciativa Verde Saudí, con el objetivo de restaurar 40 millones de hectáreas de tierra degradada para 2030. Faqeeha señaló que su país ha establecido metas ambiciosas para la conservación del suelo y el agua, y espera que otros países adopten objetivos similares.

La cumbre en Riad será una oportunidad para que los líderes discutan cómo prevenir la degradación de tierras mediante una gestión adecuada, en lugar de solo abordar su restauración. Para ello, Arabia Saudita planea atraer inversores y empresas dispuestas a financiar la conservación de tierras. Faqeeha destacó que “el sector privado debe ser el pilar del financiamiento” para abordar la crisis de los suelos. Con estos compromisos de restauración y la colaboración internacional, la COP de Riad busca convertirse en un referente en la lucha contra la desertificación y la preservación de los recursos naturales, enfrentando el desafío urgente de restaurar la tierra y proteger el sustento de millones de personas alrededor del mundo.

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