¿Dieta sostenible en “dollar stores”? El desafío de comer por el clima con presupuesto bajo
Un periodista intentó seguir la dieta climática comprando exclusivamente en Dollar Stores durante una semana.
En un experimento realizado en Baltimore, un periodista intentó seguir la dieta climática propuesta por científicos de Lancet comprando exclusivamente en Dollar Stores. Durante una semana, enfrentó las limitaciones de alimentos saludables y sostenibles disponibles en estas tiendas, especialmente en una ciudad marcada por desiertos alimentarios. Los resultados subrayaron los retos de hacer accesible la sostenibilidad alimentaria en un sistema donde la calidad y la variedad están determinadas por la economía.
La dieta climática en números
La dieta climática de Lancet propone un enfoque balanceado: 34% de las calorías diarias de almidones, 23% de legumbres, 18% de grasas y 8% de frutas y vegetales, con pequeñas porciones de carne y lácteos. Se estima que el sector alimentario genera entre un cuarto y un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Sin embargo, el experimento realizado en Baltimore demostró que seguir estas directrices puede ser extremadamente complicado en desiertos alimentarios, donde muchos dependen de Dollar Stores para comprar alimentos.
Estas tiendas, aunque económicas, ofrecen opciones limitadas y de baja calidad en productos frescos. Incluso alimentos esenciales como legumbres y granos son escasos o vienen con ingredientes añadidos, como azúcar, que contradicen la filosofía de la dieta climática.
Primera experiencia en Dollar Tree
En el primer día del experimento, el periodista llenó su carrito con arroz precocido, frijoles enlatados y tortillas, pero tuvo que recurrir a vegetales enlatados debido a la ausencia de productos frescos. El impacto fue evidente: la falta de opciones nutritivas y equilibradas resultó en malestar físico y un déficit evidente en frutas y vegetales recomendados por Lancet. Esta situación es especialmente preocupante en ciudades como Baltimore, donde una cuarta parte de la población vive en desiertos alimentarios.
Problemas inesperados
El experimento reveló que muchos alimentos disponibles en Dollar Stores contienen azúcares añadidos, complicando el cumplimiento de las recomendaciones climáticas. Incluso productos aparentemente simples, como tortillas o mantequilla de maní, incluían ingredientes que aumentaban su huella ambiental. Esta realidad refleja cómo la producción industrial afecta la calidad y sostenibilidad de los alimentos económicos.
En busca de productos frescos, el periodista condujo 15 minutos hasta otra tienda Dollar General. Aunque encontró algunos vegetales como pimientos y lechuga iceberg, la mayoría de los productos estaban en malas condiciones. El viaje en auto generó más emisiones de carbono que las que habría causado consumir un filete, socavando los esfuerzos climáticos del experimento.
El impacto del sistema alimentario
Expertos en sostenibilidad señalan que la solución no está solo en mejorar las opciones de Dollar Stores, sino en transformar el sistema alimentario en su conjunto. Factores como el costo, la calidad y la conveniencia son cruciales para que las personas puedan elegir opciones sostenibles. Sin embargo, en lugares con recursos limitados, la dependencia de alimentos procesados y económicos dificulta la transición hacia una dieta climáticamente consciente.
El papel de las políticas públicas
Para que la dieta climática sea viable, se requiere una intervención política dirigida. Defensores instan a Dollar Stores a incluir más productos frescos y variados, pero también es crucial fortalecer la seguridad alimentaria mediante subsidios y apoyo a los productores locales. Esto podría no solo mejorar la salud de las personas, sino también reducir la huella ambiental del sistema alimentario.
El desafío de la sostenibilidad en entornos urbanos
El experimento también puso de manifiesto cómo la ubicación y los recursos locales influyen en la sostenibilidad alimentaria. En áreas urbanas como Baltimore, las Dollar Stores son a menudo las únicas opciones accesibles para comunidades de bajos ingresos, lo que limita severamente la variedad de alimentos disponibles. La falta de cadenas de suministro robustas que incluyan productos frescos y sostenibles perpetúa la dependencia de alimentos ultraprocesados, exacerbando problemas de salud pública y aumentando la huella ambiental. Este enfoque resalta la importancia de políticas que fomenten mercados locales más diversificados y sostenibles, especialmente en áreas vulnerables.
Un llamado a la acción global
El experimento subrayó que el acceso a una dieta climática no debería ser un privilegio. Sin un cambio en las estructuras económicas y alimentarias, millones de personas seguirán excluidas de la posibilidad de comer de forma sostenible. Mientras tanto, quienes tienen acceso a alimentos diversos y saludables deben valorar esta oportunidad y abogar por políticas que beneficien a todos.
En los últimos días del experimento, el periodista utilizó los productos que pudo rescatar y reflexionó sobre el problema del desperdicio alimentario, otro punto crucial señalado por Lancet. Lograr un cambio real requiere un esfuerzo colectivo que priorice el bienestar humano y ambiental sobre las ganancias económicas.
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