Diez (+1) consejos de manual para cargar y utilizar tu coche eléctrico alargando la autonomía y la vida de su batería
¿Cargas tu coche eléctrico hasta al 100%? Realizas ciclos cortos de carga por encima del 80%? ¿No usas el planificador de ruta? Te lo estás cargando. Entra y aprende a sacarle todo el jugo a tu coche y batería.
Utilizar un coche eléctrico de manera eficiente y cargarlo de forma óptima es esencial para maximizar su autonomía y reducir los costes de uso, pero sobre todo, también para prolongar eficazmente la vida útil de su elemento más costoso y “vulnerable”, la batería. Aquí tienes algunos consejos de manual para aumentar el radio de acción de tu coche eléctrico, sacar el mejor partido posible de tus cargas y evitar que tu batería se degrade aceleradamente, todo ello sin que nada te suponga un sobreesfuerzo.
- No cargues habitualmente al 100%: Échale un poco de sentido común. Si no necesitas hacer demasiados kilómetros, tampoco necesitas cargar diariamente la batería ni hacerlo en su totalidad. Extrapola, sencillamente, el uso que harías de un coche de combustión, ¿lo repostas al volver a casa? Seguro que no. Por cada ciclo de carga ahorrado, aunque sea mínimo, es un porcentaje de degradación que evitas. Deja esas cargas puntuales al completo sólo para cuando vayas a salir de viaje y sí necesites hacerlo con la mayor autonomía posible, y tu batería te lo agradecerá con los años. El punto “dulce” para cargas diarias es el 80% de su capacidad total, así lo recomiendan todos los fabricantes. Tienes varias maneras de hacerlo, pero lo más recomendable es fijando el porcentaje máximo de carga en el propio sistema de infoentretenimiento el vehículo —lo tienen la gran mayoría de coches eléctricos—, desde donde incluso puedes limitar la potencia de carga—, utilizando las diferentes APP que ofrecen las marcas para controlar remotamente ciertos parámetros del vehículo. También podrías programar el límite de carga desde el propio cargador si haces una carga a domicilio o, sencillamente, calcular el tiempo y estar pendiente de no superar ese porcentaje.
- Tampoco dejes bajar la batería por debajo de un 10%. Es el otro límite en el que las baterías sufren mayor estrés a la hora de cargarse. Si estás viajando es preferible programar cargas más anticipadas y no apurar hasta estos límites, evitando bajar todo lo posible de ese porcentaje. Si no fuera el caso, y tuvieras oportunidad de elegir entre un cargador de corriente continua de alta de potencia —de 100 o más kW— u otro de potencia media —de 50 kW—, elige la segunda opción o limita la potencia hasta que alcances un 20% o más de carga: apenas te llevará unos minutos y ahorrarás estrés a la batería. En una batería de tamaño medio, sobre todo si has advertido algo de degradación, es incluso preferible completar la carga hasta 80% en un punto de 50 kW antes que en otro de mucha mayor potencia: comprueba que la diferencia real en tiempo no es significativa, pero además, en coste, sí puede llegar a ser hasta la mitad.
- Evita los ciclos de carga cortos. Especialmente, si las vas a realizar por debajo del 10% o por encima del 80%. Dentro de ese porcentaje, la batería lo asimilará mucho mejor, pero enchufar el coche para sólo diez o quince minutos en un cargador de corriente alterna —por debajo de 22 kW— puede resultar contraproducente para asegurar el rendimiento óptimo de la batería. A día de hoy, aún es frecuente encontrar abundantes puntos de carga gratis en centros comerciales, por ejemplo. Antes de ocupar una plaza, valora el tiempo real que vas a poder dejar el coche cargando y si tu batería realmente se encuentra realmente dentro de los porcentajes óptimos.
- No cargues tu coche eléctrico nada más llegar a casa. Si has realizado un recorrido más o menos largo es más que probable que la batería haya alcanzado altas temperaturas de trabajo. Casi todos los nuevos coches tienen sistemas de preacondicionamiento de la batería para prepararlas y atemperarlas antes de realizar una carga, pero hay un procedimiento infalible, más cuando ya has dejado el coche listo para cargar para el siguiente día: deja media hora como mínimo para que se reduzca la temperatura de la batería y sufra menos durante el proceso de carga.
- Utiliza planificadores de ruta para viajar. Sin duda, va a ser tu mejor aliado por muchísimas razones ya que están completamente comunicados con el estado del vehículo, el porcentaje de carga que tienes, la forma de conducir, la orografía y pueden calcular al segundo la autonomía real de la que vas a disponer, la que tendrás en destino y a lo largo de ruta te sugerirán la parada en el momento óptimo para alcanzar la mayor autonomía posible con el menor número de paradas o tiempo invertido. Además, estos propios sistemas activan la función de enfriado dela batería, en caso de disponer de ello, antes de llegar al punto indicado de carga, algo que en muchos coches modernos también puedes hacer voluntariamente asegurándote de hacerlo, como poco, 20 km antes de llegar al cargador.
- Optimiza horarios y tarifas. Todo dependerá de si estás o no abonado a una red de cargadores y puedas compensar el precio de la cuota mensual con el coste del kWh, variable en función de los diferentes programas a los que te acojas —packs de kWh con coste adicional si superas esa cantidad al mes o, sencillamente, precio del kWh más reducido, variable según el suministrador o el programa al que te acojas—. Como es más que probable que el mayor porcentaje de cargas las hagas desde tu domicilio, estudia los horarios más baratos y prográmalos en tu coche —inicio y fin—. Por norma general, la tarifa nocturna suele ser la más asequible, además, seguramente tu instalación sufrirá menos al no tener en uso otros dispositivos electrónicos que demanden una alta potencia, e incluso, podrías limitar la potencia contratada y ahorrarte costes fijos al mes si estandarizas así la carga. Considera la instalación de energías renovables si tienes un coche eléctrico porque el coste energético puede llegar a ser incluso nulo.
- Realiza una carga “híper lenta” al menos una vez al mes. A veces, menos es más para una batería. Aprovecha el fin de semana o días en los que sepas que no vas a utilizar tu vehículo para realizar una carga lo más lenta posible, a 2,3 kW que es lo que más o menos podría suministrar un enchufe doméstico, para estabilizarla internamente. En este caso, sí es óptimo alcanzar el 100% de la carga.
- Preacondiciona el habitáculo cuando dejes cargando el coche. Uno de los consumibles que más energía requiere de la batería es la climatización. Calentar o enfriar un coche que ha estado sometido a temperaturas extremas, hasta alcanzar la temperatura de confort dentro del habitáculo, puede suponer hasta un 5% de la autonomía del vehículo. Es obvio que a la hora de aparcar, lo hagas en las ubicaciones más favorables, pero para realizar la carga en días con climas exigentes lo más conveniente es programar la climatización del vehículo para que cuando vayas a utilizarlo, haya calentado o enfriado el habitáculo utilizando la energía de la red eléctrica y no la consuma ya en marcha de la batería. Puedes programar horarios de salida y temperatura desde el propio sistema de infoentretenimiento en la gran mayoría de los coches eléctricos, o hacerlo minutos antes de iniciar la marcha a través de la APP con conexión remota que ofrecen los fabricantes.
- La velocidad, el mayor enemigo del coche eléctrico. Es una ecuación indisoluble: a mayor exigencia, mayor gasto energético. Es algo que ocurre con los coches de motor térmico y, en mayor o menor media, también con los eléctricos, aunque en realidad son los efectos secundarios de ese mayor consumo lo que hace ver al coche eléctrico más vulnerable frente al térmico: un gasto más elevado puede suponer una parada intermedia para recargar sus baterías e invertir tiempo que podrías haberte ahorrado. Hay un par de reglas básica para todos los coches, independientemente de la tecnología de propulsión que utilicen: una es el sentido común; la otra es a que a partir de ciertas velocidades, la influencia de la aerodinámica pasa a ser exponencial en cuanto a requerimiento energético, y aunque depende del tipo de coche, su altura y coeficiente aerodinámico, por norma general a partir de 120 km/h la resistencia al avance empieza a ser decisiva en el consumo energético.
- Utiliza la frenada regenerativa. Todos los coches eléctricos lo tienen. En realidad, todos los que emplean cualquier tipo de electrificación, sean híbridos enchufables, híbridos puros o incluso microhíbridos. Es el efecto “freno motor” que adviertes cuando dejas de acelerar, momento en el que el motor eléctrico pasa a convertirse en un generador de electricidad que revierte energía a la batería. En un coche eléctrico o electrificado, utilizar adecuadamente la frenada regenerativa supone no sólo alargar considerablemente la autonomía de la batería, sino evitar también el desgaste de otros elementos mecánicos del coche: hay sistemas que ofrecen tanta deceleración que incluso acaban deteniendo el coche casi al completo. En su gran mayoría, son sistemas que ofrecen varios modos de conducción a través de las levas del volante, programas de conducción o modos “One Pedal” par que en la mayoría de las situaciones sólo tengas que utilizar el pedal del acelerador para aumentar la velocidad o disminuirla ofreciendo una alta retención —no, no y no; no es un acelerador con función freno—. Es un sistema muy fácil de usar, muy ventajoso de aplicarlo en la ciudad especialmente, que te ayudará a ahorrar y como ya hemos comentado, también a ahorrar desgaste de frenos, discos o neumáticos.
- Conduce con suavidad. Es, también, de sentido común, pero además, conducir un coche eléctrico con suavidad o de forma eficiente requiere incluso menos esfuerzo que conseguirlo en un coche de combustión. Por norma general, un coche eléctrico no tiene marchas —o si las tiene, hasta dos en algunos casos, ni las “ves ni las sientes”, además sus motores tienen mucho par desde bajas vueltas y potencia más de sobra. Sólo acelerando con suavidad para iniciar la marcha desde parado o para ganar velocidad puedes aportar un 10% de eficiencia. Conduciendo de forma anticipada, en combinación con la frenada regenerativa, te podría aportar otro 10% extra.
Comentarios cerrados