Las versiones Turbo y Turbo S del Taycan son las únicas que estarán disponibles inicialmente, por lo que es importante analizar en qué se diferencian.
Dos Porsche Taycan atacan sin piedad las curvas de Nürburgring
Sencillamente espectacular. Si hubiera que resumir la sensación que imprimen estas dos unidades del Porsche Taycan, armadas hasta los dientes, rodando a tumba abierta por el dificultoso Circuito de Nürburgring sería en que es sencillamente espectacular.
Y es que, una vez que la mítica pista ha retomado su actividad normal tras el desconfinamiento que las autoridades germanas han procedido a establecer, no solo las marcas se han vuelto a dar cita para poner a punto sus máquinas de última generación (y, de paso, echar un ojo a las del rival de turno) sino que los aficionados locales han podido también desfogar su necesidad de rodar por la pista y soltar adrenalina, algo similar a la que los dos pilotos de sendos Porsche han hecho, pero con la presión de hacerlo con un único objetivo: mejorar la marca anterior.
Así, como podemos ver en el vídeo de uno de nuestros spotters de cabecera, entre en diferente y variado tráfico de vehículos privados, coches de carreras y automóviles en desarrollo con sus habituales libreas de ‘cebra’, se cuelan dos Porsche Taycan casi sin ningún tipo de tapujos.
De hecho, una de las señas que puede hacerles diferentes a un Porsche Taycan privado es la jaula antivuelco que instalan, señal inequívoca de que estos coches no son de producción ordinaria sino que son máquinas diseñadas, configuradas y fabricadas con el fin de ser sometidas a test extremos en los que el riesgo de accidente, como siempre que se entra a circuito, ya sea en competición o un día de tandas o track day, existe.
Al margen de estos detalles, las dos unidades de prueba del Porsche Taycan se deslizan sigilosa pero de manera contundente y precisa entre las curvas del trazado y logran una aceleración que poco o nada tiene que envidiar a otros vehículos con motor de combustión, aunque cabe señalar que es cierto que resulta relativamente descafeinado ver un coche de este comportamiento sin el bramido de un buen motor llegando al límite físico de su resistencia.
Ahora queda esperar a que Porsche informe sobre si éste ha sido el momento en el que uno de sus coches ha batido su propio récord de la pista o sencillamente se trata de unos test de una versión aún más poderosa y deportiva que el mismísmo Porsche Taycan Turbo S de 720 CV.
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