Con la Townstar Nissan amplía en Europa su oferta de vehículos comerciales con sistema de propulsión eléctrico
La duración de las baterías de los coches eléctricos es superior a lo esperado
Aunque es una de las principales fuentes de preocupación para los fabricantes, las baterías de coches eléctricos duran más de lo previsto.
Uno de los grandes problemas con los que, aparentemente, se enfrentan los fabricantes de coches eléctricos, es la duración de las baterías que equipan estos. Se supone que las baterías funcionarán a pleno rendimiento durante unos ocho años o unos 150.000 km recorridos. A partir de ahí, el deterioro de la capacidad de carga se hace muy patente y ofrece problemas.
Se estima que a partir de esa fecha esa capacidad de carga caiga hasta el 70 % de lo que ofrece en un principio. Una cifra que provoca que la autonomía se reduzca de forma considerable y que no se obtenga toda la funcionalidad que se espera de ella. Pero, según el director de marketing de Nissan en Reino Unido, Nic Thomas, esas cifras pueden estar equivocadas.
Doce años comercializando coches eléctricos
Nissan lleva ya 12 años comercializando coches eléctricos, así que tiene datos reales sobre la duración de la batería. Según las palabras de Thomas, «casi todas las baterías están funcionando a la perfección en los coches que hemos fabricado«.
Esto no quiere decir que no se hayan degradado, sino que pese a esta degradación siguen siendo válidas para cumplir con su cometido. La pérdida de capacidad de carga suele estar provocada por el uso continuado de las baterías. Además, el abuso de las cargas rápidas puede hacer que la vida útil de la batería caiga considerablemente.
Pero esto no es excusa para que la batería no se pueda seguir utilizando con normalidad y se consiga hacer funcionar el coche eléctrico con eficiencia durante mucho tiempo. Una de las herramientas que evitan que las baterías se desgasten mucho es el BMS (Battery Management System), que permite un sistema de carga controlada más eficiente que la que se produce, por ejemplo, en un teléfono móvil.
Pocas baterías usadas
No hay mucho stock de baterías usadas en el mercado. Estas suelen ser baterías que han salido defectuosas y no baterías que han sufrido una degradación natural. Los coches siguen funcionando con esas primeras baterías, lo que ofrece una buena expectativa de uso para un vehículo eléctrico.
La vida útil de un coche eléctrico se establece entre 15 y 20 años, así que es totalmente factible utilizar la batería durante toda ella. Se estima que la capacidad de carga se quedará en un 60% de la que ofrecía al principio, pero eso sigue suficiente en la mayoría de los casos estudiados.
Para Thomas resulta más sotenible mantener la batería durante toda la vida útil del coche eléctrico, más que cambiar la batería a mitad de la misma para recuperar la autonomía que tenía al principio.
La batería se ha de extraer cuando el coche llega al final de su vida útil y entonces se puede utilizar como acumulador de energía para otros servicios. Una vez cumple con esa segunda vida, es cuando se puede reciclar y terminar con su tiempo de servicio, que puede ser mucho más alto de lo que se esperaba en un principio.
Esto evitará que haya demasiadas baterías usadas y que se puedan utilizar en varios servicios posteriores antes de ser totalmente descartadas. Con el reciclaje se eliminan también muchos de los elementos problemáticos de la batería y se pueden reutilizar.
La planta de Nissan en Sunderland en Inglaterra utilizará esas baterías de segunda vida para almacenar la energía producida en las instalaciones de energía eólica y solar que están construyendo, así que habrá una utilidad muy práctica para cuando les llegue el momento de ser retiradas de los vehículos en que se instalaron en primer lugar.
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