EE.UU. aprueba el plan de California para prohibir coches de gasolina en 2035
El EPA aprueba el plan de California para prohibir la venta de coches a gasolina en 2035, enfrentando oposición de la industria y Trump.
La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA) aprobó el plan de California para eliminar gradualmente la venta de vehículos únicamente a gasolina a partir de 2035. La decisión, celebrada por el gobernador Gavin Newsom, enfrenta la oposición del presidente electo Donald Trump, quien promete revocar la medida. Este plan, adoptado por 11 estados más, busca cumplir con metas de reducción de emisiones, pero genera preocupaciones sobre costos y viabilidad en el mercado automotriz.
California, pionera en la transición hacia vehículos eléctricos
En una decisión histórica, la EPA aprobó el ambicioso plan de California para prohibir la venta de vehículos exclusivamente a gasolina a partir de 2035. Este esfuerzo, anunciado inicialmente en 2020, busca que al menos el 80% de los vehículos nuevos sean eléctricos y el 20% híbridos enchufables para esa fecha. La medida también incluye normas más estrictas de emisiones para vehículos pesados, con el objetivo de reducir los contaminantes que generan smog.
Gavin Newsom, gobernador de California, afirmó que “los coches limpios han llegado para quedarse” y subrayó que el estado continuará fomentando la innovación automotriz. Sin embargo, esta decisión llega en un momento crítico, ya que el presidente electo Donald Trump ha prometido revertir la aprobación otorgada por la EPA, argumentando que favorece a los reguladores sobre los consumidores.
La oposición de Trump y la industria automotriz
El presidente electo Trump ha dejado claro que revocar esta regulación será una prioridad en su administración. La industria automotriz también ha expresado preocupaciones, destacando que estas normas podrían aumentar los costos de producción y limitar las opciones disponibles para los consumidores.
La Alianza para la Innovación Automotriz, que representa a gigantes como General Motors y Toyota, advirtió que muchos estados que siguen el ejemplo de California no están preparados para cumplir con estos requisitos. “Lograr estas metas en las condiciones actuales del mercado será un milagro”, señaló el grupo, sugiriendo que algunos estados deberían abandonar el programa de emisiones de California.
Impacto en las emisiones y metas climáticas
California sostiene que estas normas son cruciales para alcanzar sus metas climáticas. El estado busca reducir significativamente los gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire, especialmente en áreas urbanas afectadas por altos niveles de contaminación.
Para 2026, las reglas requieren que el 35% de los vehículos vendidos sean de emisión cero, aumentando al 68% para 2030. Este esfuerzo forma parte de una estrategia más amplia para combatir el cambio climático, alineándose con las metas de emisiones netas cero adoptadas por el estado. Sin embargo, grupos de la industria energética han llevado el caso a la Corte Suprema, cuestionando la validez del plan bajo las leyes federales.
El dilema de los incentivos y la infraestructura
Mientras California avanza con su plan, surgen dudas sobre la infraestructura necesaria para sostener la transición a vehículos eléctricos. Actualmente, el estado lidera en la instalación de estaciones de carga, pero el ritmo de crecimiento deberá acelerarse drásticamente para cumplir con la demanda proyectada.
Además, Newsom anunció que, en caso de que Trump elimine el crédito fiscal federal de $7,500 para vehículos eléctricos, propondrá una expansión del programa estatal de incentivos Clean Vehicle Rebate. Estos incentivos son fundamentales para garantizar que la transición sea económicamente viable para los consumidores y las empresas.
Un modelo para otros estados y países
California no está sola en esta transición. Once estados, incluyendo Nueva York y Oregón, han adoptado estas normas, consolidando un movimiento nacional hacia la electrificación. Este modelo también podría influir en políticas internacionales, posicionando a EE. UU. como un líder en tecnologías limpias y sostenibles.
Sin embargo, el camino no está exento de desafíos. La adopción de vehículos eléctricos todavía enfrenta barreras, como la percepción del costo inicial elevado y las preocupaciones sobre la duración de las baterías. Además, la dependencia de materias primas críticas, como el litio y el cobalto, plantea retos geopolíticos y ambientales.
Un legado en juego
La aprobación de la EPA marca un logro significativo en los últimos días de la administración Biden, consolidando su legado en políticas climáticas. El enfrentamiento entre Biden y Trump sobre esta regulación resalta la polarización en torno a la transición energética, con profundas implicaciones para la industria y los consumidores.
Mientras tanto, los líderes estatales como Gavin Newsom ven en estas medidas una oportunidad para innovar y generar empleos verdes. “California no solo liderará en coches eléctricos, sino en las industrias que los sustentan, como la energía renovable y el reciclaje de baterías”, señaló el gobernador.
El futuro de los coches en Estados Unidos
Con el respaldo de regulaciones como las de California, el mercado de vehículos eléctricos está preparado para crecer rápidamente. El auge de la electrificación promete transformar la industria automotriz, pero también requerirá un equilibrio cuidadoso entre innovación, costos y accesibilidad para los consumidores.
Si bien las promesas de Trump podrían ralentizar el progreso, la creciente demanda de tecnologías limpias, tanto en EE. UU. como en el extranjero, sugiere que la transición es inevitable. El verdadero desafío será garantizar que los beneficios de esta transformación lleguen a todos, sin comprometer los objetivos climáticos ni la estabilidad económica.
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