EE.UU. prohíbe importaciones de uranio ruso y busca reactivar su industria nuclear
La prohibición de las importaciones de uranio ruso en EE.UU. busca revitalizar la industria nuclear nacional y redefine el mercado global del combustible nuclear.
El presidente Joe Biden firmó la «Ley de Prohibición de Importaciones de Uranio Ruso», que entra en vigor en 90 días y destina 2.7 mil millones de dólares para reconstruir la industria de combustible nuclear en EE.UU. Con el 90% del uranio importado y Rusia suministrando una cuarta parte en 2022, la medida busca reducir la dependencia y fortalecer la seguridad energética.
Contexto y detalles de la prohibición
El pasado 13 de mayo, el presidente Joe Biden firmó la «Ley de Prohibición de Importaciones de Uranio Ruso», una respuesta directa a la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Esta legislación, que entrará en vigor en 90 días, busca cortar un comercio anual valorado en aproximadamente 1 mil millones de dólares y proporcionar 2.7 mil millones de dólares en ayudas gubernamentales para revitalizar la industria de combustible nuclear en Estados Unidos. La industria nuclear estadounidense ha estado en declive desde principios de los años ochenta y hoy en día es prácticamente inexistente.
Actualmente, Estados Unidos importa más del 90% del uranio necesario para abastecer su flota nuclear, principalmente de Canadá, Kazajistán y Rusia. En el proceso de enriquecimiento, Rusia ha dejado a EE.UU. atrás, albergando el 44% de la capacidad global de enriquecimiento y suministrando alrededor de una cuarta parte del uranio que ingresó a EE.UU. en 2022, según la Administración de Información de Energía de EE.UU. (EIA).
Reacciones y medidas de la industria
El temor a una interrupción en el suministro ha llevado a la implementación de una cláusula de exención en la nueva ley, que permitirá a las compañías continuar importando uranio de la empresa rusa TENEX hasta el 1 de enero de 2028, en caso de que no existan fuentes alternativas viables o si la importación es de interés nacional. Las empresas de energía nuclear han instado al gobierno a implementar estas exenciones lo antes posible para evitar posibles cierres de plantas.
Constellation, una de las mayores compañías de servicios públicos de EE.UU., subrayó la importancia de revitalizar de inmediato las capacidades de conversión y enriquecimiento de uranio en el país para asegurar un suministro ininterrumpido de combustible. La medida también incluye subsidios federales para reiniciar la industria de enriquecimiento doméstico, apoyados por la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, que ha ofrecido alrededor de 700 millones de dólares.
Centrus Energy, una empresa de servicios y combustibles nucleares, ha completado recientemente la primera planta de enriquecimiento de uranio con tecnología estadounidense desde 1954 en Piketon, Ohio, y ha comenzado a entregar uranio enriquecido a finales del año pasado. La empresa planea añadir miles de centrifugadoras adicionales para producir Uranio Enriquecido de Bajo Nivel (HALEU) para los reactores de próxima generación y Uranio de Bajo Enriquecimiento (LEU) para la flota existente.
Impacto global y respuesta de la industria
La prohibición de las importaciones de uranio ruso está remodelando el mercado global del uranio. El aumento del aislamiento de Rusia del Occidente podría llevar a una división del suministro de combustible entre el bloque BRIC (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y Occidente. Kazajistán, el mayor productor de uranio del mundo, probablemente se alineará con el grupo BRIC, según Scott Melbye, CEO y Presidente de Uranium Royalty Corp.
La cláusula de exención de la administración Biden ayudará en la transición, pero la incertidumbre sobre la respuesta de Rusia, especialmente con la posibilidad de un corte repentino en la exportación de uranio enriquecido, mantiene nerviosos a muchos en la industria. Nikko Collida, Vicepresidente de Desarrollo de Negocios en ConverDyn, expresó su preocupación sobre la preparación del mercado global para una prohibición completa.
Futuro de la industria nuclear estadounidense
A pesar de los desafíos, Scott Melbye es optimista sobre la capacidad de EE.UU. para reconstruir su suministro de uranio. El país ha unido fuerzas con Gran Bretaña, Francia, Japón y Canadá, comprometiendo colectivamente 4.2 mil millones de dólares para expandir la capacidad de enriquecimiento y conversión durante los próximos tres años. Los miembros del grupo han hecho compromisos concretos para ampliar el suministro de combustible nuclear, incluyendo inversiones por parte de Orano en Francia y el lanzamiento de un programa doméstico de HALEU en Gran Bretaña.
Respaldado por fondos del Congreso, EE.UU. está avanzando rápidamente, con cinco miembros de la Uranium Producers of America anunciando planes para reiniciar la producción de uranio en Wyoming, Texas, Colorado y Utah. Melbye afirmó que no tiene dudas de que Occidente puede ser independiente de Rusia en términos de suministro de uranio, destacando que antes de la disolución de la Unión Soviética, Occidente era autosuficiente.
En conclusión, la prohibición de importaciones de uranio ruso no solo busca asegurar la independencia energética de EE.UU., sino que también representa un paso significativo hacia la revitalización de la industria nuclear nacional. Con inversiones estratégicas y un enfoque renovado en el desarrollo de capacidades domésticas, el futuro de la energía nuclear en EE.UU. parece estar en una trayectoria de crecimiento y resiliencia.
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