EE.UU. sufre crisis de vacunación: Luisiana deja de promover vacunas tras la llegada de Robert F. Kennedy Jr.
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El Departamento de Salud de Luisiana ha decidido dejar de promover las vacunas, una medida que coincide con la llegada de Robert F. Kennedy Jr. al Departamento de Salud de EE.UU.
El Departamento de Salud de Luisiana ha anunciado que ya no promoverá la vacunación masiva, una decisión que marca un giro radical en la política de inmunización del estado. La medida ha sido interpretada como un reflejo de la influencia del nuevo Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., un reconocido escéptico de las vacunas. El cambio llega en un momento crítico, cuando las tasas de vacunación infantil han caído significativamente y las exenciones por razones personales se han disparado. Mientras expertos en salud advierten sobre el riesgo de un resurgimiento de enfermedades prevenibles, el debate sobre la vacunación en Estados Unidos se intensifica.
Descenso alarmante en la vacunación infantil
Las tasas de inmunización infantil en Luisiana han experimentado una caída preocupante en los últimos años, tendencia que se ha visto acelerada por la pandemia de COVID-19. El porcentaje de niños de entre 19 y 35 meses que completaron su esquema de vacunación se redujo a solo el 66,8% en 2016, una cifra inferior al promedio nacional. Según datos del Departamento de Salud del estado, la cobertura ha seguido disminuyendo, agravada por barreras como la falta de acceso a centros de salud, la desinformación y la creciente vacilación ante las vacunas.
La pandemia supuso un duro golpe para la vacunación infantil a nivel global. Solo en 2021, más de 25 millones de bebés en todo el mundo no recibieron vacunas esenciales. En Luisiana, la tasa de exenciones para niños en edad escolar se ha duplicado en los últimos años, pasando del 1,1% al 2,3%, una tendencia que preocupa a los expertos en salud pública. La decisión de detener la promoción estatal de la vacunación podría agravar aún más este problema, poniendo en riesgo a miles de niños ante enfermedades prevenibles.
Los departamentos de salud locales, la última línea de defensa
Con el gobierno estatal retirándose de la promoción de vacunas, los departamentos de salud locales se han convertido en el último bastión para la inmunización en Luisiana. Históricamente, estas agencias han jugado un papel clave en la educación sobre vacunas, organizando clínicas de vacunación, campañas de concienciación y colaboraciones con comunidades locales para mejorar el acceso a la inmunización.
Sin embargo, con la retirada del apoyo estatal, estos esfuerzos ahora dependen en gran medida de la financiación local y el trabajo de organizaciones comunitarias. Algunas ciudades, como Nueva Orleans, han reafirmado su compromiso con la vacunación, pero la falta de una estrategia estatal unificada pone en peligro la efectividad de estas iniciativas. A nivel nacional, expertos advierten que la falta de campañas de inmunización podría tener consecuencias devastadoras, con un aumento en los brotes de enfermedades como el sarampión, la tos ferina y la polio.
El auge de la legislación antivacunas
El nombramiento de Robert F. Kennedy Jr. como Secretario de Salud ha dado un fuerte impulso al movimiento antivacunas en Estados Unidos. Luisiana se ha convertido en uno de los primeros estados en tomar medidas alineadas con esta postura, eliminando todas las iniciativas de promoción de la vacunación.
A nivel nacional, esta tendencia ha llevado al impulso de proyectos de ley que buscan restringir los requisitos de vacunación y ampliar las exenciones por motivos personales y religiosos. Algunos grupos antivacunas han ido aún más lejos, presionando para que las personas no vacunadas sean consideradas un grupo protegido bajo las leyes de derechos civiles. Sin embargo, la mayoría de la población estadounidense sigue confiando en la vacunación: el 88% cree que sus beneficios superan los riesgos.
A pesar de la opinión mayoritaria, los cambios legislativos impulsados por el escepticismo hacia las vacunas podrían generar serios problemas de salud pública. Los expertos temen que, si más estados siguen el ejemplo de Luisiana, Estados Unidos podría enfrentarse a un aumento de brotes de enfermedades que se consideraban erradicadas.
Una fractura en la política de salud pública
La decisión de Luisiana refleja un cambio más amplio en la política de salud pública de Estados Unidos. Mientras algunos estados conservadores siguen caminos similares, otros han reforzado sus políticas de vacunación. Nueva Orleans, por ejemplo, ha mantenido sus campañas locales de inmunización, marcando una división clara entre el gobierno estatal y las autoridades municipales.
Este conflicto entre políticas estatales y locales subraya la creciente polarización en torno a la salud pública en Estados Unidos. Mientras algunos gobiernos buscan desregular la vacunación, otros intentan mitigar los riesgos con iniciativas propias. El futuro de la inmunización en el país dependerá de cómo se resuelva esta batalla política, que podría tener consecuencias directas en la salud de millones de personas.
El fin de la promoción de vacunas en Luisiana no solo afecta a sus ciudadanos, sino que sienta un precedente preocupante. Si más estados adoptan políticas similares, Estados Unidos podría ver un resurgimiento de enfermedades que creíamos superadas.
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