El McLaren Speedtail presume de batería… y tiene motivos para ello

Junto a su avanzada aerodinámica y a un bajo peso, una de las claves del rendimiento del McLaren Speedtail, considerado el sucesor del McLaren F1, es su sistema híbrido. Y no tanto por sus cifras de potencia o par máximo de sistema como por las características de la batería del alto voltaje.

En efecto, los 1055 CV de potencia que anuncia su tren motriz, con 1.150 Nm de par máximo, no sorprenden hoy en día, en una era en la que la hibridación permite a la nueva generación de supercoches superar con facilidad los 1.000 CV de potencia y la misma cifra de par en Nm. Para ello, el McLaren Speedtail incluye una evolución del sistema utilizado en su primer hipercar híbrido, el McLaren P1. Aquí, el motor V8 biturbo de 4 litros aporta 757 CV y 800 Nm, que se combinan con los 230 kW (312 CV) de un potente motor eléctrico derivado de los que se utilizan en la Fórmula E.

Más de 400 km/h de punta… las veces que quieras

El problema en un coche de alto rendimiento en el que entra en juego la potencia eléctrica viene a la hora de asegurar el rendimiento, puesto que las prestaciones dependen de la batería. Y el Speedtail va sobrado, como demostró recientemente en las pruebas de desarrollo de McLaren realizadas en el Centro Espacial Kennedy, en Florida. Puedes verlo en este vídeo.

Allí, McLaren comprobó que el Speedtail puede alcanzar su velocidad máxima, de nada menos que 403 km/h, durante 30 veces consecutivas, sin perder rendimiento. Recordemos que entre las cifras de prestaciones del Speedtail hay otro dato revelador, como la aceleración de 0 a 300 km/h en menos de 13 segundos.

La batería más potente en un supercar

Para que la parte eléctrica soporte una exigencia tan alta no solo se necesita una batería con mucha potencia, también un sistema de refrigeración eficaz, que permita mantener la batería en el rango de temperatura óptima. Y aquí es donde el Mclaren Speedtail resulta innovador, con una unidad de almacenamiento de energía de alto voltaje de nada menos que 1.647 kWh. Según McLaren, la batería con mejor relación potencia/peso de las que se utilizan hasta la fecha en un coche de producción.

Como ejemplo comparativo, la densidad de potencia multiplica por cuatro la de la batería utilizada en el McLaren P1, alcanzando los 5,2 kW/kg, con una potencia de salida de 270 kW. Para el sistema de refrigeración, los ingenieros de la marca recurren a un sistema de control térmico de las células que forman la batería también primicia en un coche de producción. Las células se encuentran sumergidas permanentemente en un fluido aislante eléctricamente, pero capaz de transferir y ayudar a disipar rápidamente el calor que generan las baterías.

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