¿El primer traductor delfín-humano? Google desarrolla una IA que descifra su lenguaje

Google lanza DolphinGemma, un modelo de IA que analiza y genera sonidos de delfines, abriendo puertas a la comunicación entre especies.
Google ha lanzado DolphinGemma, una inteligencia artificial diseñada para analizar, predecir y eventualmente interactuar con los delfines mediante sus vocalizaciones únicas. El proyecto, desarrollado junto a Georgia Tech y el Wild Dolphin Project, representa un hito en los intentos por entender a los mamíferos marinos más sociales del planeta. Con un modelo eficiente que funciona desde un móvil y un sistema submarino de respuesta en tiempo real, la investigación entra en una nueva era: la de una posible conversación real entre humanos y delfines. Y esta vez, la tecnología escucha.
Silbidos que dicen quiénes son
Los delfines nariz de botella poseen una habilidad extraordinaria: crean «silbidos de firma» que funcionan como nombres individuales, únicos e inconfundibles. Estos sonidos, compuestos por contornos de frecuencia específicos, no solo sirven para identificarse, sino que refuerzan los lazos sociales, la crianza y la organización dentro del grupo.
Cada silbido es aprendido, no genético, lo que sugiere un paralelismo directo con el lenguaje humano. Además, su complejidad permite transmitir una gran cantidad de información social: desde la distancia y dirección del emisor hasta la intención o el estado emocional.
En alianzas masculinas, estos silbidos son la base de la cooperación estratégica, incluyendo el pastoreo conjunto de hembras. Esta sofisticación comunicativa convierte a los delfines en una de las especies más inteligentes y sociales del océano… y posiblemente del planeta.
Un modelo de IA que piensa como un delfín
DolphinGemma, el modelo desarrollado por Google, tiene 400 millones de parámetros y puede ejecutarse directamente en dispositivos móviles como los Pixel, sin conexión a internet. Esto ha permitido a los científicos del Wild Dolphin Project estudiar los sonidos en tiempo real y desde el agua, sin depender de laboratorios o nubes de procesamiento.
El modelo analiza patrones de silbidos, identifica grupos acústicos y predice los sonidos que probablemente vendrán a continuación en una secuencia de vocalización. Utiliza el tokenizador SoundStream, una innovación que convierte el sonido en unidades procesables por IA, respetando las características físicas y temporales del sonido original.
La clave del proyecto es la capacidad de análisis inmediato en campo, lo que transforma horas de grabaciones sin contexto en información procesable, y con ello, conocimiento. Estamos ante una IA que no solo escucha: comienza a comprender.
CHAT: un teclado para hablar con delfines
Para que esta comunicación no sea solo pasiva, Google y Georgia Tech desarrollaron CHAT (Cetacean Hearing Augmentation Telemetry), un sistema portátil submarino diseñado para facilitar interacciones bidireccionales. Es decir, no solo escuchar, sino responder.
CHAT puede reconocer silbidos artificiales, emitir respuestas sonoras y asociar cada sonido con un objeto o contexto, como una boya, un humano o una acción. Su teclado acústico permite a los investigadores responder con el silbido correcto, creando así una especie de “vocabulario compartido” en desarrollo.
Al reproducir vocalizaciones similares a las que los delfines utilizan, los investigadores están probando si es posible establecer asociaciones reales entre estímulos y respuestas. Es un primer paso para descifrar no solo los sonidos, sino las intenciones detrás de ellos.
¿El inicio de una gramática delfín?
Más allá del reconocimiento de patrones y la reproducción de sonidos, el objetivo final del proyecto es entender si los delfines tienen una gramática: una estructura lógica detrás de sus vocalizaciones. Si es así, sería una de las primeras especies con un lenguaje estructurado además del humano.
DolphinGemma ya está siendo entrenada para detectar repeticiones, sintaxis y combinaciones estereotipadas, lo que podría revelar no solo qué dicen los delfines, sino cómo lo dicen. En ese contexto, podríamos estar en el umbral de una revolución en la etología y la inteligencia animal.
Este trabajo también podría tener implicaciones más allá de los delfines, aplicándose a otras especies sociales como elefantes, cuervos o incluso cetáceos más esquivos como las orcas. La IA se perfila así como una herramienta crucial para abrir nuevas vías de comunicación con otras formas de conciencia no humana.
Un oído artificial para una mente natural
La aparición de una IA capaz de escuchar y empezar a entender a los delfines marca el inicio de una nueva era: la del diálogo interspecies. En lugar de colonizar el lenguaje animal con metáforas humanas, esta tecnología se adapta al ritmo, frecuencia y lógica propia de los delfines.
Más que un traductor automático, DolphinGemma representa un oído artificial entrenado para percibir matices que el oído humano no capta, y una mente artificial que comienza a relacionar patrones con significado en un entorno natural.
Si el silbido de un delfín puede ser un nombre, ¿podrá también ser una pregunta, una broma, una historia? El mar, hasta ahora lleno de voces sin respuestas, empieza a sonar distinto.
Y quizá, por primera vez, sabremos lo que quiso decirnos un delfín cuando nadó a nuestro lado y silbó. La ciencia avanza. El lenguaje se expande. Y la escucha, al fin, es mutua.
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