Las emisiones de CO2 de los coches con motores eléctricos son tres veces inferiores a las de los de motor tradicional
Según Transport & Environment, los coches de «cero emisiones» generan una tercera parte de la cantidad de C=2 que producen los diésel o gasolina
Han sido diferentes y variados los estudios y orígenes que han cuestionado el carácter ecológico de los coches electrificados en función de las emisiones de dióxido de carbono inherentes a la fabricación de estos vehículos como a la de la energía a la que recurren.
En concreto, la polémica ha estado presente desde, prácticamente, que se inició la comercialización de manera más general de los automóviles 100 por 100 eléctricos.
Los calificados como «vehículos de cero emisiones» no generan dióxido de carbono en su uso pero sí durante la fase de producción, tanto a nivel general como de los elementos integrantes del mismo, habida cuenta del que se genera durante la producción de la propia energía eléctrica que abastece todos los sistemas de este tipo de vehículos.
Por eso, en un nuevo estudio, esta vez prublicado por la entidad Transport&Environment, conocida por sus siglas T&E y de la que ya hemos dado cuenta en otros artículos, fija su objetivo en dirimir cuán real es que la afirmación sobre si los coches eléctricos son realmente ecológicos o, al menos, más sostenibles y respetuosos con el medio que los que equipan motores alimentados por hidrocarburos fósiles respecto de la cantidad de dióxido de carbono que generan en cada kilómetro transitado.
Emisiones de coches eléctricos VS coches tradicionales
Así, de media, se afirma que, los coches eléctricos generan cerca de una tercera parte de lo que producen los automóviles con motores diésel y gasolina.
De hecho, tomando como referencia los datos para España en cuanto a las emisiones de un coche de tamaño medio, genera 80 gramos de dióxido de carbono por cada km recorrido mientras que uno diésel expulsa 233 y uno de gasolina 253.
En el peor de los casos, un coche eléctrico con una batería fabricada en China y conducido en Polonia generaría tan solo un 22 por ciento menos de CO2 que su equivalente en diésel y un 28 que en gasolina.
En el mejor, los países escandinavos marcan la diferencia, un coche con una batería sueca y conducido las carreteras del país, produce un 80 por ciento menos de CO2 que un automóvil diésel y un 81 menos que uno gasolina.
Para 2030, las expectativas de esta organización sin ánimo de lucro esperan mejorar estas proporciones. De hecho, según las simulaciones, cuentan con que para la próxima década, los coches eléctricos aún mejoren sus registros respecto de los de motor térmico y aumenten hasta 4 veces la reducción en la emisión de CO2 por kilómetro circulado.
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