Enchufables contaminantes: Biden anuncia nuevas normas de emisiones que favorecen a los híbridos enchufables y SUVs

Alberto Noriega     14 junio 2024     5 min.
Enchufables contaminantes: Biden anuncia nuevas normas de emisiones que favorecen a los híbridos enchufables y SUVs

Las nuevas regulaciones de emisiones de la administración Biden permiten una transición más lenta hacia los vehículos eléctricos, favoreciendo los híbridos enchufables.

La administración Biden ha anunciado nuevas regulaciones de emisiones para automóviles en EE.UU., permitiendo una transición más lenta hacia los vehículos eléctricos y favoreciendo los híbridos enchufables. El cambio de reglas, liderado por el exjefe de la EPA Michael Regan, podría resultar en niveles de contaminación significativamente más altos de lo inicialmente previsto. Las concesiones a la industria automotriz incluyen el uso de una fórmula anticuada para calcular las emisiones de los híbridos enchufables, subestimando su impacto real en el medio ambiente.

Transición más lenta hacia vehículos eléctricos

Las nuevas regulaciones de la administración Biden, anunciadas en marzo, permiten a los fabricantes de automóviles cumplir con los objetivos de emisiones produciendo más híbridos enchufables en lugar de vehículos totalmente eléctricos. Esta decisión marca un cambio respecto a las propuestas anteriores, que buscaban convertir dos tercios de los nuevos vehículos a eléctricos para 2032. Según los datos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), esta relajación de las normas resultará en un aumento del 14% en las emisiones de carbono por milla entre 2027 y 2032, en comparación con la propuesta original.

Fórmula anticuada para híbridos enchufables

Una de las concesiones más significativas fue la decisión de la EPA de mantener una fórmula de 14 años de antigüedad para calcular las emisiones de los híbridos enchufables. Esta fórmula, que subestima las emisiones reales de estos vehículos, se mantendrá hasta 2031, a pesar de que la agencia había propuesto inicialmente utilizar datos del mundo real para su cálculo. Según un análisis de Reuters, la fórmula actual asume que los conductores cargan sus híbridos con más frecuencia y usan menos el motor de combustión interna de lo que ocurre en la realidad.

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Impacto en la industria automotriz

La relajación de las normas ha sido bien recibida por algunos fabricantes de automóviles, como Stellantis, que produce los modelos híbridos enchufables Jeep Wrangler 4xe y Grand Cherokee 4xe. Stellantis ha argumentado que estos vehículos ofrecen una opción de bajas emisiones para los consumidores que buscan un todoterreno potente. Sin embargo, estudios han demostrado que el Jeep Wrangler 4xe, el híbrido enchufable más vendido en Estados Unidos, tiene una eficiencia cuestionable. Su autonomía eléctrica es de solo 21 millas, después de lo cual su rendimiento cae a 20 millas por galón, peor que algunos modelos de gasolina.

Incentivos y controversias

Las nuevas reglas de la EPA podrían incentivar a los fabricantes a producir más híbridos enchufables, una categoría que actualmente representa solo el 2% de las ventas minoristas de automóviles en EE.UU. Los híbridos en general representan el 11.9%, una cifra en aumento. La preocupación entre los defensores del medio ambiente es que las compañías automotrices, especialmente las de Detroit que dependen de las ventas de camionetas y SUVs, puedan responder a estas regulaciones con versiones híbridas enchufables de vehículos populares que sean solo marginalmente más eficientes. La EPA ha defendido las reglas argumentando que estas proporcionan reducciones de contaminación «significativas» y «asequibles» para los fabricantes, ofreciendo a los consumidores una amplia gama de opciones.

Realidades del mercado automotriz

El mercado de vehículos híbridos y eléctricos está en constante evolución. Mientras que los vehículos eléctricos (EVs) producen cero emisiones directas, la contaminación de los híbridos varía ampliamente según el modelo y el uso. Por ejemplo, el Toyota Prius Prime puede recorrer 44 millas en modo eléctrico y luego ofrece una eficiencia de 52 millas por galón. En contraste, el Jeep Wrangler 4xe tiene una autonomía eléctrica de solo 21 millas y un rendimiento de 20 millas por galón una vez que su batería se agota, lo que lo convierte en un vehículo menos eficiente en términos de emisiones.

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Estrategias de los fabricantes de automóviles

Las decisiones de la EPA han permitido a los fabricantes como Stellantis y General Motors (GM) ajustar sus estrategias de producción. GM, que anteriormente había descartado los híbridos en favor de los EVs, ha anunciado planes para fabricar híbridos enchufables en América del Norte. Ford, por su parte, ha visto un aumento en las ventas de sus híbridos tradicionales, incluyendo camionetas y SUVs, y también ofrece el SUV Escape enchufable. Estas decisiones reflejan un cambio en la industria hacia una mayor aceptación de los híbridos enchufables como una solución intermedia en la transición hacia una movilidad más limpia.

Comparaciones con propuestas anteriores

La propuesta original de la EPA buscaba que el 67% de los nuevos vehículos fueran eléctricos para 2032, una meta ambiciosa que ha sido moderada en las regulaciones finales. Ahora, se proyecta que la adopción de EVs será del 35% al 56% para 2032, permitiendo el cumplimiento a través de motores híbridos y otras tecnologías. Aunque las nuevas normas son menos estrictas, la EPA sostiene que aún proporcionarán reducciones significativas de la contaminación comparadas con las reglas anteriores.

Futuro de las regulaciones

Las normas de emisiones más estrictas, que entrarán en vigor después de 2030, podrían enfrentar desafíos bajo futuras administraciones. La historia muestra que la industria automotriz ha logrado retrasar y revertir regulaciones antes. Durante la transición de la administración de Obama a Trump, los fabricantes convencieron a la administración entrante para debilitar los estándares que habían apoyado previamente. Este patrón de influencia política subraya la incertidumbre en la implementación a largo plazo de las políticas ambientales.

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