Energía asequible para todos: ¿Pueden las tarifas escalonadas cambiar el panorama energético?
Las tarifas escalonadas prometen energía asequible para todos y podrían cambiar el panorama energético en Europa.
Más de la mitad de la población mundial vive bajo un sistema energético que podría erradicar la pobreza energética, mejorar la eficiencia del hogar y reducir la demanda de energía sin costo adicional para los contribuyentes. Este modelo, conocido como tarifa escalonada o sistema de garantía energética nacional, es poco conocido en Europa pero está prosperando en países como Japón, China y Estados Unidos. A medida que Europa busca reformar su mercado energético, esta alternativa podría ser la clave para un futuro más sostenible y justo.
El concepto de tarifa escalonada o sistema de garantía energética nacional se basa en una idea simple pero poderosa: garantizar que cada hogar reciba una cantidad básica de energía a un precio reducido o incluso de manera gratuita, cubriendo así las necesidades esenciales como calefacción, cocina e iluminación. A partir de ahí, el costo de la energía aumenta en bloques adicionales, lo que implica que los hogares más ricos, que suelen consumir más energía para fines no esenciales, paguen más. Este sistema no solo reduce la pobreza energética, sino que también incentiva a todos a reducir su consumo, mejorar la eficiencia de sus hogares e invertir en tecnologías inteligentes que ayuden a mantener el consumo dentro del bloque más económico.
Este modelo ha demostrado su efectividad en varios países de Asia y América, donde la transición hacia energías renovables se ha convertido en una prioridad. En lugares como Japón y California, la tarifa escalonada ha permitido a los gobiernos y proveedores de energía implementar soluciones que benefician a todos los niveles de la sociedad, desde los hogares de bajos ingresos hasta las grandes empresas. Además, en algunos casos, el bloque de menor costo está directamente vinculado a la energía renovable, lo que proporciona un incentivo adicional para la transición hacia fuentes de energía más limpias.
A medida que Europa enfrenta los desafíos derivados de la crisis energética, exacerbada por la guerra en Ucrania y la dependencia de combustibles fósiles importados, expertos y economistas están comenzando a considerar seriamente la implementación de un sistema de tarifas escalonadas. Según Michael Pollitt, profesor de energía en la Universidad de Cambridge, la crisis energética actual ha demostrado que el modelo europeo necesita una reforma urgente. «Tuvimos una de las políticas energéticas más costosas de la historia, pero fue una medida generalizada que terminó subsidiando a los hogares más ricos en lugar de enfocarse en quienes realmente lo necesitaban», señala Pollitt.
Un cambio necesario para Europa
Con la reforma del mercado energético en el horizonte, muchos creen que es el momento ideal para que Europa considere seriamente la adopción de un sistema de tarifas escalonadas. Según Alex Chapman, economista senior en el thinktank New Economics Foundation, la clave está en vincular esta reforma con el crecimiento de la energía renovable. «En los próximos años, una gran cantidad de energía renovable y barata se conectará a la red«, explica Chapman. «En lugar de que esta energía se mezcle con el consumo nacional, debería dirigirse a una nueva tarifa escalonada, ofreciendo una cantidad inicial de energía ultraeconómica a cada hogar como un dividendo en nuestra misión nacional hacia el cero neto«.
Sin embargo, implementar este sistema en Europa no estará exento de desafíos. Jörg Mühlenhoff, del programa de transición energética de la fundación alemana Heinrich-Böll-Stiftung, advierte que el «diablo está en los detalles«. Determinar la cantidad exacta de energía en el bloque más económico, definir qué constituye un hogar y cómo se tendrán en cuenta las vulnerabilidades de salud son solo algunos de los aspectos que deberán resolverse para garantizar que el sistema sea justo y efectivo.
Un modelo con beneficios más allá de la energía
Además de abordar la crisis energética, la reforma del sistema de tarifas podría tener efectos positivos más amplios, particularmente en un momento en que los partidos populistas están ganando terreno en Europa. Mühlenhoff sugiere que «es crucial que los beneficios de la transición hacia las energías renovables lleguen directamente a los hogares, para que la gente pueda verlo reflejado en sus facturas. De lo contrario, los populistas aprovecharán la oportunidad para oponerse a la transición energética».
En el Reino Unido, bajo el nuevo gobierno laborista, la reforma del mercado energético ya está en la agenda. Chapman señala que el gobierno ve en la propuesta de una «dividendo verde» una forma de obtener el apoyo público para su misión de energía limpia. «La oferta de una Garantía Energética Nacional (NEG) podría lograrlo de una manera neutra en costos, sin afectar al ministro de Hacienda«, concluye.
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