Las energías renovables ya superan el 30% en la generación eléctrica mundial
Por primera vez, las energías renovables superan el 30% del suministro eléctrico mundial, marcando un punto de inflexión en la reducción de combustibles fósiles a pesar del aumento en la demanda de electricidad.
En un año definitorio para la transición energética, las energías renovables han superado el 30% de la producción eléctrica mundial, un logro impulsado por el crecimiento sin precedentes de la energía solar y eólica. Según un informe reciente del think tank Ember, estamos al borde de una era donde la generación de energía fósil podría comenzar a disminuir, incluso mientras la demanda de electricidad sigue en aumento. Este cambio, que ha reducido el crecimiento de los combustibles fósiles en casi dos tercios en la última década, podría representar un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático, según expertos.
Un giro hacia el futuro sostenible
La transformación en la producción de energía mundial, marcada por un aumento significativo en la adopción de fuentes renovables, ha llevado a las energías solar y eólica a primer plano. La energía solar, en particular, ha demostrado ser una fuerza dominante, creciendo más rápido de lo previsto y aportando más del doble de nueva generación eléctrica que el carbón en 2023. Este dinamismo ha situado al sol como el principal contribuyente al crecimiento de la electricidad por segundo año consecutivo, superando a la energía eólica y consolidando su posición como la fuente de energía de más rápido crecimiento durante 19 años consecutivos.
Energía limpia frenando a los fósiles
La capacidad de las energías renovables para frenar la expansión de los combustibles fósiles ha sido notable. Según Ember, la participación de las renovables en la producción global de electricidad ha aumentado del 19% en 2000 al 30% el año pasado. Este crecimiento ha sido crucial para desacelerar el aumento de la dependencia de los combustibles fósiles, que aún constituyen una gran parte del mix energético global. Este cambio está siendo alimentado no solo por avances tecnológicos y reducciones de costos, sino también por una política más fuerte y un cambio en la inversión hacia fuentes más limpias y sostenibles.
El punto de inflexión en las emisiones
El director de Ember, Dave Jones, ha señalado que el 2023 probablemente represente el punto de inflexión para las emisiones en el sector energético, denominándolo «el pico de las emisiones«. Este hito es visto como un cambio significativo en la historia de la energía, con la expectativa de que las emisiones comiencen a disminuir continuamente a partir de ahora, aunque el ritmo de esta reducción dependerá de la velocidad con la que la revolución de las energías renovables pueda mantener su impulso. La proyección para el futuro inmediato sugiere una disminución del 2% en la generación de energía a partir de combustibles fósiles globalmente.
Desafíos persistentes más allá de la electricidad
A pesar de estos avances significativos en el sector de la electricidad, el uso de combustibles fósiles continúa desempeñando un papel preponderante en otras áreas como los combustibles de transporte, la industria pesada y la calefacción. Un estudio aparte del Energy Institute reveló que, en conjunto, el petróleo, el gas y el carbón constituyeron el 82% de la energía primaria mundial el año pasado. Este desafío subraya la necesidad de estrategias integrales que aborden todos los sectores de la economía para lograr una reducción significativa de las emisiones globales.
Hacia un objetivo ambicioso
Mirando hacia el futuro, los líderes mundiales han establecido el objetivo de aumentar la cuota de las energías renovables hasta el 60% de la electricidad global para 2030, un acuerdo alcanzado en la conferencia sobre cambio climático Cop28 de la ONU. Lograr este objetivo requerirá que los países tripliquen su capacidad actual de electricidad renovable en los próximos seis años, lo que podría reducir a la mitad las emisiones del sector eléctrico. Este esfuerzo monumental necesitará no solo innovación tecnológica y financiamiento, sino también un compromiso político renovado y colaboración internacional.
Un camino lleno de oportunidades y obstáculos
La ambición de triplicar la capacidad de electricidad renovable presenta tanto oportunidades significativas como obstáculos considerables. La inversión en tecnologías renovables como la solar y la eólica, y su integración en las redes eléctricas a gran escala, será clave para cumplir con los objetivos globales. Sin embargo, los desafíos no son menores. La variabilidad inherente a estas fuentes de energía requiere avances en almacenamiento de energía y gestión de la red para garantizar una oferta constante y confiable. Además, la transición debe considerar y mitigar los impactos socioeconómicos, especialmente en las comunidades dependientes de la industria de combustibles fósiles.
Impulsando la innovación y la cooperación internacional
Para acelerar esta transición, es crítico fomentar la innovación en tecnologías de energías renovables y en infraestructuras de soporte. La cooperación internacional jugará un papel fundamental, ya que muchos países en desarrollo requerirán apoyo tecnológico y financiero para construir sus capacidades de energía limpia. Además, las políticas y los incentivos deben estar alineados a nivel global para atraer inversiones privadas y fomentar la cooperación entre naciones, asegurando que la transferencia de tecnología y los recursos financieros estén disponibles donde más se necesitan.
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