En Estados Unidos ya te puedes comprar un Tesla pagando con Bitcoin
Tesla te lo pone fácil si eres uno de los afortunados que ha sabido sacar partido de la estratosférica subida de la cotización del Bitcoin
Fue hace ahora un mes cuando Tesla anunció que un ocho por ciento de los fondos de la compañía habían sido invertidos en Bitcoin. Esto es, nada más y nada menos que 1500 millones de dólares. Aquel anunció disparó durante los días siguientes la cotización del Bitcoin, reportando unas sustaciales ganancias a la compañía.
Elon Musk, el Director Ejecutivo de Tesla, anunció así mismo en aquel momento que próximamente iban a incluir el Bitcoin, en aquellos países donde sea legal hacerlo, como uno de los métodos de pago aceptados a la hora de realizar la compra de unos de sus vehículos.
Dicho y hecho. Cumpliendo aquella promesa, Tesla ha comenzado a aceptar el Bitcoin en Estados Unidos. A la hora de realizar el pago de los 100 dólares que hay que abonar en concepto de déposito para completar la reserva de un vehículo, a las opciones habituales de pagar con Apple Pay o mediante tarjeta de crédito que aparecían hasta ahora en la web del fabricante, se ha añadido también la posibilidad de pagar con Bitcoin.
Pros y contras de esta estrategia de la compañía
Esta decisión permitirá probablemente a Tesla incrementar considerablemente sus ventas, haciendo mucho más fácil la compra de uno de sus nuevos vehículos a todos aquellos que han hecho grandes fortunas estas últimas semanas por la escalofriante subida de la cotización del Bitcoin.
En el otro lado de la balanza, sin embargo, no son pocos los que han criticado abiertamente el apoyo que Elon Musk está dando últimamente al uso de criptomonedas, algo que en su opinión -y en la del que aquí escribe- va radicalmente en contra del mensaje que Tesla ha venido dando estos últimos años.
La apuesta por la movilidad eléctrica y las energías renovables no parece muy compatible con el uso de un sistema de pagos extraordinariamente ineficiente, que requiere grandes cantidades de energía tanto para el minado de las criptomonedas, como para la realización de las propias transacciones.
Y lo peor de todo es que, aunque en algunas ocasiones es cierto que la energía empleada proviene de fuentes renovables, la mayor parte del minado de criptomonedas se produce en China, donde se ha disparado el consumo de carbón y gas natural precisamente por este motivo.
Que cada cuál saque sus propias conclusiones…
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