La combinación del motor de combustión con sus 3 motores eléctricos convierte al SF90 Stradale en el Ferrari más potente que jamás se ha producido.
El Ferrari V6 híbrido sigue su fase de pruebas por carretera ordinaria
Un coche de pruebas del Ferrari V6 híbrido circula camuflado por las inmediaciones de las instalaciones de la firma en Maranello
El seguimiento a Ferrari de cada una de sus novedades, ya sea en cuanto a modelos o en cuanto a su tecnología o, a la suma de ambas dimensiones, modelos de nueva tecnología, como es el caso del futuro Ferrari V6 híbrido fijan la atención de los medios y de los aficionados a la marca del cavallino rampante, pero también de los curiosos que se topan con las unidades de desarrollo de un coche que aún desconocemos.
Por eso, cada pincelada, cada imagen estática o dinámica y cada sonido que proceda de alguna de las mulas que hacen las veces de laboratorio rodante, serán motivo de ponerlas de actualidad.
Es lo que ha sucedido con la grabación de otro coche con carrocería camuflada en una suerte de vinilos y libreas que ocultan y, también, todo sea dicho de paso, sujetan apéndices temporales que, como buen coche de pruebas, someten a la realidad máquinas que aún están en pañales.
Atendiendo a las imágenes del camarógrafo Varryx, quien ha grabado en las inmediaciones de Maranello un prototipo con el motor híbrido, la naturaleza electrificada de este vehículo es irrefutable en cuanto aparecen las tres pegatinas que indican riesgo de descarga eléctrica, dos en cada puerta y una en el portón que da acceso al vano motor donde se instala el bloque de combustión que, en este caso, sería un V6 y no el tradicional V8 que se verá apoyado por algún sistema eléctrico, aún por confirmar.
A pesar de estar inserto en una carrocería provisional, la agilidad del coche muestra un gran aplomo en curvas cerradas como lo es la rotonda en la que se capturaron las imágenes.
Un dinamismo que parece que puede proceder de una más que habitual reducción del peso del motor de combustión al reducir de 8 a 6 sus cilindros que, a pesar del equipo eléctrico formado por un número incierto de motores eléctricos y del grupo de acumulación de energía eléctrica, el reparto de peso, habida cuenta de la ubicación habitual de los componentes eléctricos en una situación muy próxima al suelo, permitan una estabilidad óptima.
Un equilibrio que, junto con un coche cuya potencia podría estar próxima a los 700 CV, debería conformar un tándem realmente interesante y que pondría a Ferrari en la liga de los deportivos híbridos más polivalentes de los últimos tiempos.
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