Volkswagen ha apostado por la electrificación y es por eso que 2019 marcará un antes y un después en su ofensiva eléctrica.
Ha llegado el fin para el Volkswagen ID.R
Volkswagen AG pone fin a su departamento de competición, Volkswagen Motorsport GmbH, y, por ello, pone fin al programa del Volkswagen ID.R
Volkswagen abandonó el pel Mundial de Rallyes, WRC, para centrarse en dimensiones del motorsport o del automovilismo deportivo más sostenibles. Entre ellos, el programa de Volkswagen Motorsport GmbH que dio lugar al prototipo destinado a circuitos o carreras Volkswagen ID.R.
Un vehículo que desde su nacimiento ha tenido un único objetivo: demostrar que la movilidad eléctrica es competitiva. En todos los sentidos pero, sobre todo, en tanto en cuanto al automovilismo de competición se trata.
También es cierto que el Volkswagen ID.R nació libre, sin ataduras, sin acogerse a ninguna restricción técnica o normativa, solo adaptándose, o bien al circuito, o bien a un reglamento que da pie a prototipos como es y fue este monoplaza eléctrico.
De ahí que, gracias a disponer de la única limitación del presupuesto y, por consiguiente, del límite de desarrollo e implementación tecnológica dispuesta, Volkswagen ha decidido que ha llegado el momento de cerrar esta empresa y reasignar a sus trabajadores a otros menesteres.
Los hitos, logros y récords del Volkswagen ID.R
Presentado en 2018, este adalid de la electromovilidad deportiva se mostraba como un prototipo de un único asiento y cuya arquitectura se basaba en un esqueleto formado por un chasis monocasco de fibra de carbono y la disposición de dos propulsores eléctricos, uno en cada eje, que, en total, ofrecían, 500 kW, esto es, 680 CV de potencia, y 650 Nm de par motor para lanzar a un vehículo de menos de 1.100 kg en su sprint, partiendo desde parado y hasta alcanzar los 100 km/h en un tiempo de 2,5 segundos.
Este prototipo tenía como misión poner a la familia de coches eléctricos de Volkswagen, la de la gama ID, en el candelero, incluso, llevando la sostenibilidad de este tipo de vehículos a las pistas más extremas. De ahí que sus retos fueran cada vez más singulares.
El primero de ello fue batir el mismo año de su debut el récord de tiempo para prototipos eléctricos de la famosa subida a la colina Pikes Peak, logro alcanzado.
En 2019, el Infierno Verde se convertiría el objetivo, batiendo el mejor tiempo para un vehículo eléctrico y marcando el segundo mejor tiempo absoluto, solo superado por el otro prototipo, ya retirado de la competición oficial, el Porsche 919 Evo. Ese mismo año, un reto no complejo pero sí más reducido fue el de alzarse como vehículo más rápido en realizar el tramo cronometrado del Festival of Speed celebrado en Goodwood, también logrado. Finalmente, el 2019 fue el año de romper barreras y el Volkswagen ID.R se hizo con el galardón más exótico a los que ha aspirado como es el de ser el vehículo más rápido en realizar la subida a hacia la «Puerta del Cielo» en Tianmen, China.
Todos estos logros han tenido como piloto al mismo hombre: Romain Dumas.
Gracias al pilotaje del polivalente francés los récords llegaron a un Volkswagen ID R que tuvo tras de sí un equipo humano capitaneado por profesionales tanto de la industria de la automoción como del automovilismo deportivo y que ahora se despide del mundo entre dos aguas de la competición y el marketing y que, a pesar de que parecía que 2021 aguardaba una evolución como Volkswagen ID.R Evo, emulando a la que sufrió el citado Porsche híbrido de carreras metido a prototipo de exhibición, la firma alemana ha condenado al ID.R a la jubilación anticipada. DEP.
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