El equipo de Rivian Automotive hace sufrir a una de las camionetas R1T durante su fase de pruebas remolcando 5 toneladas a casi 50 grados
Ford no duda en torturar a sus vehículos híbridos para probar de qué pasta están hechos
Ford pone un prototipo de la nueva pick-up híbrida Ford F-150 PowerBoost en pleno desierto californiano para someterla a las más duras pruebas
Ford presume de construir en Estados Unidos y para Estados Unidos sus camionetas, orgullosos de hacerlo, el ofrecer pick-ups rudas ahora no parece reñido con sumirlas bajo el prisma de la movilidad, si bien no sostenible, al menos más sostenible como es el caso de la nueva Ford F-150 PowerBoost Hybrid, que, con el apoyo de la electricidad parece ofrecer una nueva cara entre aún colosales ejemplos de descomunales monturas en no menos monstruosos bloques motrices más propios de cabezas tractoras de camiones de elevadas cotas de remolque que de vehículos destinados a las rutinas y quehaceres diarios.
Un cualquier caso, Ford ultima la fase de pruebas de la pick-up híbrida que abre las puertas de la electrificación de un tipo de vehículo muy arraigado en Estados Unidos por su polivalencia y, por eso y para no defraudar a los legionarios de la camioneta de referencia, la Ford F-150, ha mostrado en un vídeo de lo que es capaz de hacer la variante híbrida.
La Ford F-150 PowerBoost, con su conjunto motriz apoyado en un bloque EcoBoost, 3.5 litros, V6 es la más potente de la gama con 435 CV de potencia total y un par motor disponible a 3.000 revoluciones por minuto de casi 780 Nm, fue anunciada a mitad de este esperpéntico año 2020 se aproxima a su entrada en producción masiva y, por ello, el equipo de pruebas no ha dudado en poner a una unidad en los escenarios más variados y extremos del paraje más hostil encontrado, el desierto de Anza Borrego, al sur de California.
Como ya vimos hacer con la camioneta eléctrica de Rivian R1T en, también, uno de los ejercicios de resistencia y desgaste al que está siendo sometido la que promete ser la alternativa a las camionetas tradicionales, la Ford F-150 PowerBoost híbrida ha sido expuesta a todo tipo de suplicios en aras de probar y demostrar de la pasta de la que ha sido hecha.
Test sobre sus capacidades como vehículo todoterreno, sobre su resistencia, su autonomía y, finalmente, sobre su condición como cabeza tractora remolcando lo que otros vehículos no solo no deberían tirar de ello sino que ni se atreverían ni a ser enganchados, todo para demostrar que es tan capaz como la que más y, a la vez, más eficiente en cuanto al consumo energético y, sin duda, más remilgada respecto de las emisiones de gases de efecto invernadero aunque no con el medio sobre en el que las unidades de fabricación rodarán sin miramientos ni remordimientos.
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