Ford a punto de dar luz verde a su segundo modelo basado en la plataforma MEB
Ford está a punto de decidir si llevará a cabo la producción de un segundo modelo eléctrico basado en la plataforma MEB de Volkswagen
Con el objetivo de reducir los costes de producción de un nuevo crossover eléctrico destinado exclusivamente al mercado europeo, Ford comunicó a finales de 2019 su intención de emplear la plataforma MEB de Volkswagen en uno de sus futuros modelos.
Meses después, en junio de 2020, Ford llegó a un acuerdo con Volkswagen, por el que esta última licenciaba al fabricante americano el uso de la plataforma MEB; la misma que emplean todos los modelos eléctricos de la familia ID de Volkswagen, como por ejemplo el ID.3 o el ID.4.
A principios de este año, Ford confirmó oficialmente que iba a llevar a cabo esta idea, que le llevará a producir un nuevo modelo basado en la plataforma MEB en su planta de Colonia en Alemania. La compañía se comprometió entonces a invertir más de 800 millones de euros en esta planta, necesarios para adaptarla a la producción de vehículos con sistema de propulsión eléctrico. Ford aseguró además que sus planes pasaban por comercializar más de 600 mil unidades de este crossover eléctrico a partir de 2023.
Un segundo modelo basado en la plataforma MEB
El fabricante americano dejó entonces abierta la posibilidad de comercializar un segundo modelo eléctrico, que sería también exclusivo del mercado europeo, basado en esta misma plataforma. Una iniciativa que parece que podría salir adelante en cuestión de semanas. O eso es al menos lo que aseguran algunos medios alemanes, para los que este movimiento reforzará aún más los lazos entre ambas compañías.
Por el momento no hay detalles sobre qué tipo de vehículo podría ser este segundo modelo de Ford basado en la plataforma MEB. Esta plataforma es adecuada para una amplia variedad de modelos, desde compactos como el ID.3 hasta SUVs con hasta 7 plazas como el ID.6 -destinado exclusivamente al mercado chino-. Así que salvo que Ford dé algunas pistas va a ser muy complicado averiguarlo.
Lo que es seguro es que, emplear de nuevo la plataforma MEB en este segundo modelo, permitirá a Ford reducir drásticamente los costes de desarrollo y, por tanto, mejorar su competitividad en un mercado en el que cada vez es más difícil sacar la cabeza para coger algo de aire, como es el de los eléctricos.
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