El futuro de Alpine es… ¡eléctrico!
Tiempo de cambios también para Alpine, cuyo futuro pasa por transformarse en un fabricante de deportivos de propulsión eléctrica
Renault ya han presentado un plan de transformación que contempla ajustes en la producción y una aceleración en su proceso de electrificación. Y aquí entra en juego Alpine. Pero el cambio de orientación que el Grupo Renault le daría a la marca poco tiene que ver con la forma en la que se resucitó en 2017, dando lugar al Alpine A110, uno de los mejores deportivos que se han presentado en los últimos años.
El máximo mandatario de Renault, Jean-Dominique Senard, lo dejó bien claro recientemente en unas declaraciones a la revista inglesa Autocar: “Alpine es una marca atractiva, pero tenemos que analizar seriamente su futuro para que aporte un valor añadido. Es obvio que no podemos continuar seguir haciendo las cosas como hasta ahora”.
Alpine, que incluso tenía en sus futuros planes la fabricación de un SUV deportivo, podría reconvertirse para pasar a fabricar exclusivamente vehículos eléctricos de altas prestaciones. No es algo nuevo. El propio responsable de diseño del Grupo Renault declaró no hace mucho tiempo que la electrificación de Alpine era inevitable.
Deportivos eléctricos de altas prestaciones e incluso un SUV: el futuro de Alpine
Algo que viene marcado por las futuras normativas medioambientales, y ahora también por las condiciones impuestas por el Gobierno francés, que condiciona las ayudas a la automoción al desarrollo por parte de la marca de los coches eléctricos.
Habrá que ver cómo gestiona esta cuestión Luca de Meo, el nuevo CEO del Grupo, que tomará posesión de su cargo en julio. El problema principal con el que se encuentra Renault no es tecnológico, puesto que la marca cuenta con una gran experiencia en materia de electrificación. Además, la Fórmula E también supone un valor añadido a la hora de desarrollar un deportivo eléctrico.
El principal problema podría estar en la actual fábrica en la que se produce el Alpine A110, la factoría de Dieppe, que requeriría de una importante adaptación para fabricar coches eléctricos y modificar el ritmo de producción, si no se quiere trasladar la fabricación de los futuros modelos Alpine a otro emplazamiento.
Afrontar este reto de convertir Alpine en un fabricante de coches deportivos eléctricos, y hacerlo de forma que sea rentable, es uno de los desafíos a los que se enfrenta el Grupo Renault. Y quizás en este sentido sea necesario seguir adelante con el proyecto de un SUV, que podría competir en un futuro más cercano de lo que parece nada menos que con el futuro Porsche Macan eléctrico.
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