El gobierno chino quiere potenciar el uso del hidrógeno como combustible
Los líderes del ejecutivo apoyan el impulso a la nueva movilidad eléctrica basada en el uso de vehículos de pila de combustible de hidrógeno
Que China es el principal mercado para los vehículos eléctricos es una realidad, de hecho, en 2019, el mercado asiático fue el que recogió mayor número de matriculaciones de nuevos coches eléctricos y la tendencia parece que se repetirá en este fatídico año de 2020 en el que la economía que antes se ha relanzado en plena pandemia global es la china.
Sea como fuere, desde el Partido Comunista Chino se instiga desde hace décadas por alzar a China como primera potencia mundial y, desde diferentes ámbitos, la estrategia por lograrlo parece avanzar inexorablemente.
Una de ellas es desde su política de independencia energética. Librándose de cualquier atadura en cuanto a fuentes de energía, la autosuficiencia de cualquier país le supone una ventaja en su exención para con otras naciones y, en una nación donde la automoción es uno de los principales mercados económicos, prescindir de carburantes fósiles, habida cuenta de aliviar las altísimas cotas de contaminación que merman la calidad de vida de los ciudadanos, permitiría rescindir lazos comerciales y dependientes con países productores de petróleo.
Por eso, el impulso a la movilidad eléctrica no es un gesto de cara a frenar el calentamiento global sino una forma de liberarse de la obligación a la hora de importar petróleo.
Impulsar la movilidad eléctrica desde el uso de hidrógeno, el elemento más abundante de la naturaleza, como combustible de los vehículos de pila de combustible de este gas permitiría la independencia ansiada por los líderes económicos del país.
Y, de ahí que las declaraciones de un alto cargo del Ministerio de Economía dentro de unas jornadas sobre investigación y tecnología automovilística han sido más que definitivas al respecto y de las que la agencia Reuters se ha hecho eco.
Así, Song Qiuling, declaró que, entre los principales objetivos del gobierno de China está la de la poner en práctica una nueva política de apoyo para con los vehículos destinados al transporte pesado por carretera y de larga distancia que basen su motricidad en los motores eléctricos y que recurran al uso de hidrógeno como combustible.
Igualmente, quieren que este carburante esté disponible en las ciudades con el fin de que los vehículos urbanos dispongan de una cadena de suministro que ponga en juego gasineras de hidrógeno y, así, ampliar la red de puntos de suministro.
Además, el gobierno apoyará económicamente a empresas que se involucren en este nuevo campo, bien sea a través de subvenciones o ayudas con el fin de desarrollar nuevas tecnologías en cuanto a la movilidad eléctrica basada en la pila de combustible de hidrógeno.
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