El Gobierno aplicará un doble impuesto sobre los cargadores eléctricos
El Gobierno acaba de decretar un doble impuesto sobre los cargadores de coches eléctricos, los cuales tendrán un valor de 13,56 euros.
El sector del automóvil está cambiando, un cambio orquestado, principalmente, por los vehículos eléctricos. Sin embargo, esta movilidad que tal asentamiento está experimentando se acaba de topar con una piedra en el camino colocada por quieren parecía apoyarla: el Gobierno. Y es que ha sido durante la Presupuestos Generales del Estado donde se ha descartado la posibilidad de subir los impuestos sobre el diésel y aplicar uno doble sobre los cargadores de vehículos eléctricos.
Este ha suscitado cierta polémica entre los propietarios de los coches eléctricos y de las conocidas como «electrolineras». Esto se debe a que a dicha estrategia no se entiende como algo lógico, sino como una traba a un sector que requiere de ayuda para poder normalizarse y como una incongruencia.
Además de este doble impuesto, también se ha aplicado una subida del 2% en la prima del seguro obligatorio de nuestro vehículo. Sin embargo, el punto álgido de la reunión han sido los cargadores eléctricos, cuyos propietarios tendrán que afrontar dos impuestos: uno de carácter municipal y otro destinado íntegramente al Estado.
En ambos casos se tendrá que afrontar un pago de 13,56 euros, lo que ha provocado que se avive la polémica en mayor o menor medida, puesto en determinadas circunstancias dicho pago aumentará. De esta manera, se estima una recaudación de 230.000 euros como mínimo teniendo en cuenta los 8.451 puntos de carga que existen actualmente en España.
Sin embargo, en los planes del Gobierno existía la iniciativa de crear 100.000 puntos de carga de aquí a cuatro años. No obstante, la presencia de este doble impuesto podría dificultar la tarea de instalar dichas «electrolineras» y perjudicar el asentamiento de un tipo de mecánica que requiere del apoyo de Estado para no solo su asentamiento, sino también para ofrecer un ecosistema válido.
De esta forma, se pone en cierta manera en duda a esa prometedora oleada de coches eléctricos, e incluso puede ser interpretado como pegarse un tiro en su propio pie. Sea como fuere, este nuevo sector -aunque ya no tan nuevo- llega para quedarse, y se irán regulando los impuestos y medidas oportunas sobre ellos en función de diferentes factores, aunque se espera una ayuda en sintonía con las intenciones no solo de España, sino del mundo entero en asentar esta mecánica frente a las de combustión tradicionales.
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