La Gran Muralla Verde de África no alcanzará su meta de 2030 debido a financiamiento insuficiente, advierte la ONU
La Gran Muralla Verde de África, un proyecto crucial para restaurar tierras degradadas, no alcanzará su meta de 2030 debido a la falta de financiamiento y desafíos de implementación, según la ONU.
La Gran Muralla Verde de África, un proyecto lanzado en 2007 para restaurar 100 millones de hectáreas de tierra degradada y mejorar las economías de los países del Sahel, no alcanzará su objetivo para 2030, según Alain Richard Donwahi, presidente de la cumbre de la ONU sobre desertificación. Con solo el 30% del proyecto completado y enfrentando importantes desafíos de financiamiento e implementación, el progreso ha sido lento y difícil.
Desafíos financieros y de implementación
La Gran Muralla Verde de África, una iniciativa lanzada en 2007 con la ambiciosa meta de restaurar 100 millones de hectáreas de tierras degradadas a lo largo de un corredor de 8,000 kilómetros desde el Atlántico hasta el Mar Rojo, está lejos de cumplir su objetivo para 2030. Alain Richard Donwahi, presidente de la cumbre de la ONU sobre desertificación en 2022, ha revelado que solo se ha completado el 30% del proyecto. La falta de financiamiento adecuado y los desafíos logísticos están frenando el avance de esta iniciativa crucial para algunos de los países más pobres del mundo, como Etiopía, Malí y Sudán.
Según un informe de progreso de 2020 de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (UNCCD), se necesitan al menos 33 mil millones de dólares adicionales para alcanzar la meta de 2030. Aunque en una cumbre de 2021 se prometieron alrededor de 19 mil millones de dólares en financiamiento internacional, solo 2.5 mil millones se habían entregado hasta marzo del año pasado. Esta discrepancia entre las promesas de financiamiento y los desembolsos reales ha creado un vacío crítico que afecta el ritmo de implementación del proyecto.
Impactos y desafíos locales
El proyecto de la Gran Muralla Verde tiene como objetivo no solo restaurar ecosistemas degradados, sino también mejorar las condiciones económicas y sociales de las comunidades locales en 11 países africanos. Sin embargo, la falta de una estrategia de monitoreo centralizada ha dificultado la coordinación de esfuerzos entre estos países. Además, muchos de estos países han enfrentado crisis humanitarias recientes debido a golpes militares, guerras o insurgencias islamistas, lo que ha complicado aún más la implementación del proyecto.
Donwahi enfatizó la importancia de enfrentar estos desafíos y renovar el apoyo internacional al proyecto durante el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía el 17 de junio en Bonn. Sin una acción concertada y un aumento significativo en el financiamiento, el objetivo de restaurar 100 millones de hectáreas para 2030 parece inalcanzable.
Hacia una colaboración internacional efectiva
El éxito de la Gran Muralla Verde depende en gran medida de una colaboración internacional efectiva y de un compromiso renovado por parte de los donantes. Los 19 mil millones de dólares prometidos en la cumbre de 2021 muestran una intención positiva, pero la entrega de estos fondos debe acelerarse para cumplir con los objetivos. Alain Richard Donwahi ha señalado que, además del financiamiento, es crucial mejorar la coordinación entre los países involucrados y establecer una estrategia de monitoreo centralizada. Esto no solo facilitará la implementación del proyecto, sino que también permitirá medir su impacto de manera más precisa y efectiva.
La participación de organizaciones no gubernamentales, empresas privadas y comunidades locales es fundamental para el éxito a largo plazo. Estas entidades pueden aportar recursos, experiencia y enfoques innovadores que complementen los esfuerzos gubernamentales. Por ejemplo, iniciativas comunitarias que promuevan la agricultura regenerativa y la gestión sostenible de los recursos pueden integrarse en el marco más amplio de la Gran Muralla Verde. La educación y la capacitación de las comunidades locales también son esenciales para garantizar que los beneficios del proyecto se mantengan en el tiempo.
Esperanza y soluciones futuras
A pesar de los desafíos, el proyecto de la Gran Muralla Verde sigue siendo una iniciativa vital para combatir la desertificación y mitigar los efectos del cambio climático en el Sahel. La restauración de tierras no solo mejora la biodiversidad y la resiliencia ambiental, sino que también ofrece oportunidades económicas a través de la agricultura sostenible y la creación de empleo en las comunidades locales. La participación activa de la comunidad y la cooperación internacional son esenciales para superar los obstáculos actuales.
La próxima cumbre de la ONU sobre desertificación en diciembre en Riad, Arabia Saudita, será una oportunidad crucial para evaluar el progreso y movilizar recursos adicionales. La comunidad internacional debe reconocer la importancia de este proyecto y comprometerse a proporcionar el apoyo necesario para garantizar su éxito. Sin una intervención decisiva, los beneficios potenciales de la Gran Muralla Verde para África y el mundo podrían no materializarse completamente.
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