Inteligencia artificial: el impulso necesario para los objetivos de desarrollo sostenible
La inteligencia artificial tiene el potencial de acelerar significativamente los objetivos de desarrollo sostenible. Descubre cómo podemos maximizar su impacto positivo.
En 2015, los líderes mundiales adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con la ambición de transformar el mundo para 2030. A pesar de algunos avances, el progreso ha sido lento y desigual. Sin embargo, la inteligencia artificial (IA) emergente podría ser la clave para acelerar estos objetivos. Con capacidades sorprendentes y no programadas previamente, la IA generativa ofrece nuevas formas de abordar desafíos globales, aunque también plantea riesgos que deben ser gestionados cuidadosamente.
La promesa de la IA para los ODS
Desde su adopción en 2015, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) han servido como un plan compartido para la paz y la prosperidad global. Sin embargo, el progreso hacia estos objetivos ha sido inconsistente. De los 36 indicadores de progreso, solo dos están en camino, ocho han empeorado desde 2020 y doce han mostrado un progreso limitado o nulo. En este contexto, la inteligencia artificial (IA) emerge como una herramienta poderosa y versátil para avanzar hacia estos objetivos.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, destacó la IA generativa (GenAI) como una herramienta potencialmente revolucionaria para construir economías y sociedades inclusivas, verdes y sostenibles. La GenAI, una subcategoría de la IA más amplia, puede realizar tareas anteriormente consideradas exclusivamente humanas, como crear arte, escribir libros y componer música. Estas capacidades emergentes y habilidades inesperadas pueden ofrecer nuevas perspectivas y soluciones innovadoras para alcanzar los ODS.
Aplicaciones prácticas de la IA en los ODS
El potencial de la IA para impulsar los ODS es inmenso y ya se están viendo casos de uso prometedores. En el sector de la energía (ODS 7), la IA puede mejorar la previsión de energía renovable, optimizar redes eléctricas y realizar modelos climáticos avanzados. En la salud (ODS 3), la IA está ayudando a interpretar radiografías y acelerar el desarrollo de vacunas, mientras que en la educación (ODS 4), los entrenadores de IA están proporcionando rutas de aprendizaje personalizadas para niños en países en desarrollo.
Además, en la lucha contra el cambio climático (ODS 13), la IA ayuda a predecir eventos climáticos extremos, rastrear el deshielo de los glaciares y medir la contaminación. En la agricultura (ODS 2), la IA asiste a los agricultores a mejorar la producción de cultivos, operar maquinaria de forma autónoma e identificar problemas de plagas antes de que se conviertan en infestaciones. Estos son solo algunos ejemplos de cómo la IA puede ser utilizada para abordar desafíos globales, demostrando su versatilidad y potencial.
Riesgos y desafíos de la IA
A pesar de sus promesas, la IA también presenta riesgos significativos. La desinformación, la privacidad y los sesgos son problemas críticos que podrían ampliar la brecha digital y alejar a la humanidad de sus metas globales. El Informe de Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial clasifica la «desinformación y la información errónea» como el principal riesgo en los próximos dos años, aunque los riesgos climáticos y ambientales dominarán la próxima década. Un informe del Cuerpo Asesor de la ONU sobre IA publicado en diciembre de 2023 argumenta que el «potencial extraordinario para el bien» de la IA en ciencia, finanzas, energía limpia, educación y salud pública debe equilibrarse con estos riesgos severos.
Democratización de la IA: un enfoque inclusivo
Para maximizar el impacto positivo de la IA en los ODS, es crucial democratizar su acceso y uso. Esto significa hacer que la IA sea accesible, comprensible y utilizable para una amplia cohorte de personas en diversas geografías, no solo para expertos en algunos centros tecnológicos. La alfabetización en IA, combinada con regulaciones y estándares robustos, puede preparar mejor a las personas para el futuro y fomentar la confianza en las herramientas de IA. La Encuesta EY 2023 encontró que un porcentaje significativo de consumidores está preocupado por cómo se aplicará la IA y que una cuarta parte teme que pueda reemplazar sus trabajos. Para abordar estas preocupaciones, debemos proporcionar a las personas las herramientas y recursos para experimentar con la IA, mientras establecemos regulaciones que protejan a la sociedad y promuevan la innovación.
La IA tiene el potencial de impulsar significativamente los ODS, pero debemos asegurarnos de que se utilice para reducir desigualdades y no para replicarlas. Con la democratización de la IA, la creciente accesibilidad a la tecnología avanzada y el aumento de la financiación, podemos aprovechar su poder para crear un futuro más justo y sostenible. Al hacerlo, podemos transformar la IA en un motor de cambio positivo y alcanzar las metas ambiciosas de los ODS para 2030.
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